Compartimos carta escrita por el General Sandino, dirigida a Froylán Turcios, titulada «Las bestias asolan Quilalí», fechada el 4 de enero de 1928. A continuación se presenta el texto:
Baluarte de la Soberanía Nacional de Nicaragua
El Chipote, enero 4 e 1928
A Froylán Turcios
Tegucigalpa
Querido amigo: En los momentos en que el cinismo norteamericano, cubierto con la máscara de la hipocresía, comparece ante los representantes de las naciones indohispanas en la conferencia de Cuba [1], el despecho de los yankees por la vergonzosa derrota que les causaron las fuerzas libertadoras, ha dejado sin hogar a millares de nicaragüenses, sólo por el hecho de que son nativos de Nueva Segovia.
El pueblo de Quilalí, incendiado por los conquistadores, tiene tres días de estar ardiendo; una a una las casas de dicha población han ido quedando reducidas a ceniza. Quilalí ha desaparecido de la carta geográfica de Nicaragua, incendiado por la mano criminal de los aventureros que están destruyendo nuestra soberanía.
El Ejército Autonomista siempre antepone los intereses de sus connacionales, aun cuando, procediendo sin escrúpulos, estuviera en nuestras manos la total destrucción del enemigo extranjero. El pueblo nicaragüense estaba entendido de que Quilalí estaba minado y que es sus poderosas minas, al estallar, habrían convertido en fragmentos sus hogares; y por esta razón, por no causar estos terribles daños a nuestros compatriotas, nos abstuvimos de exterminar a los miserables que en oprobiosa fuga, corrían cobardemente, dando la espalda a los nuestros, refugiándose en Quilalí, el cual había sido desocupado poco antes por nosotros; aprovechando esto los bandoleros para saciar sus más feroces instintos. Todo lo que encontraron a su paso ha sido reducido a cenizas; el trabajo y sacrificios de humildes campesinos fue destruido por la horda de conquistadores. Centenares de doncellas y respetables matronas han sido violadas; asesinadas por los que están haciendo creer al mundo el desinterés que tienen para pacificar a nuestro país.
Por tan tremendo delitos de esas fieras humanas hay para ellas odio, mucho odio, santo de los patriotas nicaragüenses. El salvajismo yankee no encontrará una palabra de misericordia mientras vida tenga Sandino, y su Ejército combatirá carbonariamente hasta arrojar a estos aventureros fuera de nuestro territorio.
Quiero que una vez más haga Ud. saber al mundo, querido poeta, que mientas los invasores estén pisoteando la dignidad de mi patria, seré inflexible: no admitiré conferencias con los conquistadores y traidores.
Patria y Libertad — es mi credo. La libertad la deseo absolutamente para mi patria y he de obtener aun a costa de mi sangre. Mi Ejército está fortalecido por su fe en la causa de la justicia, y en Dios, que nos ayudará a independizarnos del imperialismo yankee.
Mucha sangre anglosajona y muchos millones de dólares les costará a estos bandidos arrancar el brillante y venerado oriflama bicolor, emblema de los legítimos nicaragüenses, que ondea orgullosamente en la altiva cumbre de El Chipote.
Acepte Ud. de mi Ejército el salud de año nuevo, el cual marcará en su derrotero, los triunfos gloriosos de nuestras libertades; y de su amigo y discípulo un apretado abrazo con felicitación del año nuevo y al mismo tiempo en señal de patriótico regocijo por haber humillado, en tres sangrientos combates, el brutal poderío de los salvajes del Norte.
Patria y Libertad
A. C. Sandino
Referencias: Ramírez, S. (1984). «El pensamiento Vivo / Augusto C. Sandino». Tomo I. Editorial Nueva Nicaragua, colección de pensamiento vivo 4. p.p. 218 – 219
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