Compartimos un artículo de Fernando Bossi Rojas, titulado «Tupac Katari: “A mí solo me matarán… porque mañana volveré y seré millones”. A continuación se presenta el texto:
“A mí solo me matarán… porque mañana volveré y seré millones”, dicen que dijo Tupac Katari antes de morir el 15 de noviembre de 1781.
Su verdadero nombre era Julián Apaza Nina, aymara nacido en Ayo Ayo en 1750, actual Departamento de La Paz, Bolivia. Su nombre de guerra lo había tomado de Tupac Amaru y de Tomás Katari, revolucionarios indígenas que habían comenzado la rebelión anticolonialista en los Andes centrales.
Cansados de tanta explotación, las masas quechuas y aymaras se levantaron contra las autoridades españolas en la insurrección más grande que se haya conocido en territorio sudamericano. Tupac Katari, junto a su esposa Bartolina Sisa, conducían esa insurgencia en territorio altoperuano.
Educado en una iglesia de pueblo y trabajando de panadero y comerciante, Tupac Katari se vinculó con los revolucionarios y asumió la conducción del ejército aymara en el altiplano. Con 40.000 indígenas en armas sitió en dos oportunidades la ciudad de La Paz. Su programa era de redención de sus hermanos: suprimir el trabajo forzado en minas y haciendas, terminar con la servidumbre, acabar con los impuestos y exterminar a los blancos explotadores.
Pero la insurrección fue derrotada por el apoyo de tropas colonialistas que llegaron de diferentes puntos del virreinato en auxilio de los paceños sitiados. Tupac Katari fue traicionado por uno de sus hombres de confianza y apresado. Tras ser cruelmente torturado fue muerto por descuartizamiento.
Pocos saben que durante el sitio a la ciudad de La Paz, nació la figura conocida actualmente como “El Ekeko”. Un hombrecito hecho en arcilla que representaba a Sebastián de Segurola, máxima autoridad de la ciudad sitiada por los insurrectos. Sobre los hombros del muñequito aparecen representadas en miniaturas las riquezas: oro, dinero, ganado, bolsas con maíz, y otros productos. La figura del español está gritando, teme que los indios insurrectos le quiten sus propiedades. Manos anónimas de los indios artesanos de La Paz moldearon esta figura, en solidaridad con sus hermanos sitiadores y ridiculizando al representante de la corona.
La cultura oficial se ha encargado luego de ocultar ese mensaje. Al “Ekeko” ahora se lo llama el “Rey de la Abundancia” y se coloca en su boca abierta un cigarrillo para convocar la buena fortuna. La lucha de Tupac Katari fue precisamente contra toda esa casta de “ekekos” chupasangres que se enriquecieron durante siglos explotando a los indígenas.
El retorno que hablaba Tupac Katari en el momento de su muerte se llama hoy Evo Morales Ayma.
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