Compartimos una carta escrita por el Gral. Sandino, el 30 de octubre de 1927, dirigida al Gral. Simón Montoya, titulada «Ni vamos a poder andar de tanas flores». A continuación se presenta el texto:
El Chipote, 30 de octubre de 1927
General Simón Montoya
Campo del Honor.
Estimado General: Aquí no hay novedad y sólo deseosos por ver coronado este triunfo. General, no desmaye porque hoy mismo mando otra columna al mando del Capitán Centeno, el cual irá por donde está Quezada, o sea a la loma que Ud. me indicó de Lumbí. Tengo informes que los cachurecos que venían por Pantasma, están cerca de Los Jabalines y por eso he dispuesto reforzar a Quezada, con quien creo que a esta hora Ud. estará ya en contacto.
También yo creo que esos traidores e invasores tienen miedo de venir a El Chipote, y por eso no quieren topar la mona con Uds.; puede ser también que ellos sólo quieran sacar los huesitos de sus compañeros y por eso no hacen resistencia; si ellos le buscan modo de que se les permita la sacada de tales restos, dígales que tiene orde3n por mí, que si tal cosa ellos quieren, que se reconcentren fuera de nuestra zona y que manden una comisión de civiles y que nosotros les daremos los tales restos.
Pero no se confíe con pláticas, que ellos son traidores y podrán ser que sólo estén en espera de más gente, la que no podrá venir porque obstáculos tendrán. Ud. dirá en ese caso; si les permite salir con vida, si dejan las cargas que llevan y si no, se morirán.
De manera que ellos podrán salir, pero dejando todo en donde están; de lo contrario, va pija con ellos hasta arrojarlos; para ser buenos es bastante con dejarlos vivos y despojados.
General, si le da sueño, hambre, o miedecito, pídale a Dios que los conforte, pero no se venga, que a diario le estoy mandando gente; Uds. pueden dormir, unos primeros y otros después, pero dejando dos jefes despiertos, porque los soldados no cuidan tal como debe ser.
Dios nos dará este otro triunfo, que será el definitivo, porque estoy seguro que después de esta pelea, no volverán por el vuelto, ¡y Uds. quedarán cubiertos de glorias! Cuando entremos a Managua, hasta que ni vamos a poder andar de tantas flores que las muchachas les pondrán. No desmayen, dígale eso mismo a todos mis muchachos, que se acuerden que ese sacrificio que están haciendo no es otra cosa que el cumplimiento de nuestro deber ante nuestra patria, nuestra raza y nuestro partido. Dios me les ayude.
Patria y Libertad
Augusto C. Sandino
Referencias: Ramírez, S. (1984). «El pensamiento Vivo / Augusto C. Sandino». Tomo I. Editorial Nueva Nicaragua, colección de pensamiento vivo 4. pp. 169 – 170
También, te puede interesar:
El fruto de la indiferencia de los gobiernos latinoamericanos
Gral. Augusto C. Sandino. «Sacasa el tonto y el traidor Moncada»
Gral. Augusto C. Sandino: «La Chula» y el combate de Las Cruces