Compartimos un artículo de Carla Caldera, titulado «Coyuntura: Pueblos originarios de NuestraAmérica». A continuación se presenta el texto:
Ni descubrimiento, ni encuentro, esto no es mas que el inicio de la resistencia de nuestros pueblos. El 12 de octubre de 1942, Cristóbal Colón llegó a América en una expedición enviado por los reyes Isabel y Fernando de Castilla. En algunos escenarios esta fecha aun es conocida como “El primer encuentro entre dos culturas “o “Dia de la raza”.
Eduardo Galeano, escritor uruguayo mencionó en la inauguración del 53 aniversario del premio Literario Casa de las Américas (La Habana-2012) que «en esta fecha se rinde homenaje a los presuntos descubridores, quienes fueron más encubridores que descubridores, propiciando el saqueo, engañando acerca de la realidad de América y sobre todo altercando su deslumbrante diversidad y sus más ondas raíces».
En Nicaragua, Venezuela y Navarra (España) se constituyó de manera oficial el 12 de octubre como “Dia de la Resistencia Indígena” y es que el considerar el 12 de octubre como “Día de la Resistencia Indígena”, involucra el reconocimiento en esta fecha de la barbarie de la colonia impuesta en América Latina hace más de 500 años. Esto también implica el poder reconocer la resistencia de nuestros pueblos originarios en contra de cualquier forma de opresión.
Este día nos sirve para recordar a nuestros pueblos originarios quienes perecieron durante la colonia, además que es un eslabón para que diversos grupos originarios aun existentes puedan revindicar sus derechos en ciertos países donde aun son oprimidos por políticas neoliberales impuestas por gobiernos de derecha.
En distintos países de Latinoamérica la atmósfera de la Covid-19 se ha mostrado con mayor agresión en las poblaciones de grupos originarios. En países como Brasil, desde que asumiese la presidencia Jair Bolsonaro, la violencia en contra de estos pueblos incrementó. Aproximadamente, 305 pueblos indígenas habitan esta nación.
Una situación similar se presenta en Colombia quien fue calificado por la organización Global Witness como el país más peligroso para defender los derechos humanos, derechos vinculados a la tierra, el territorio y el medio ambiente.
El 6 de octubre de 2020, en Perú, los pueblos originarios, asentados en la Amazonía de este país, denunciaron que están sufriendo violaciones de derechos humanos en contra de sus comunidades y los representantes de estas.
El problema de la violencia e impunidad, en estos casos para las personas defensoras de los pueblos originarios, se presenta aun con mayor visibilidad. Aproximadamente 46 organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación debido a la situación de impunidad estructural que vive Costa Rica. Este país, además de estar viviendo intensas protestas en contra de los acuerdos que quiere imponer el gobierno de Alvarado con el FMI devela también una lucha silenciada de un territorio indígena llamado China Kicha durante 43 años. actualmente, este territorio} está siendo violentado por las políticas neoliberales y nefastas del gobierno de Costa Rica.
Chile no se queda atrás en cuanto a los escenarios de violencia que sufren los pueblos. La nación mapuche denunció diversas agresiones a las cuales son sometidos por el estado. La Organización de Naciones Unidas (ONU), en el informe “pueblos indígenas y la pandemia del Covid-19 refleja que los pueblos indígenas constituyen más del 6% de la población mundial y tiene aproximadamente tres veces mayores posibilidades de vivir en la extrema pobreza, que los no indígenas, respecto a la pandemia.
Así mismo, muchos de estos pueblos liberan una batalla interminable por sus territorios. Por ejemplo, en Honduras hay, por lo menos, tres ríos en disputa que constituyen una gran importancia ecológica y son fuentes de vida para muchos asentamientos comunitarios. Desde Ecuador también son denunciados casos de extractivismo y procesos de persecución en contra de líderes y dirigentes indígenas.
En nuestro país, es hasta el año 1986 que tiene lugar un cambio más profundo. Este cambio fue impulsado por la Revolución Popular Sandinista, la cual promovió una nueva constitución política que dio inicio a la construcción de un estado Intercultural y Plurinacional, en el cual se reconocen la existencia de los pueblos originarios, afrodescendientes y las distintas etnias de nuestra Costa Atlántica, pueblos que hasta ese entonces habían sido negados e invisibilizados por los anteriores gobiernos.
Este reconocimiento que hace el Sandinismo asienta las bases para el desarrollo de diversos derechos colectivos, de los cuales se destacan:
La protección en contra de la discriminación; protección a las lenguas, culturas y formas propias de organización social y de gobierno; así como el derecho a ejercer control sobre sus recursos naturales y tierras comunales.
Sin duda alguna los mayores retos que se les presentan a diario a nuestros pueblos originarios son los de conservar sus tradiciones, la memoria y su cultura, estos no deben ir separado de la batalla por sus vidas y sus territorios, la relación con la tierra constituye una forma particular de cultura.
Los pueblos indígenas de nuestra América Latina llevan librando una enorme resistencia de mas de cinco siglos en contra de las agresiones, el colonialismo y las intenciones civilizatorias, resistencia a la cual debemos de sumarnos también nosotros ya que estos pueblos representan nuestra historia e identidad la cual debe trascender generaciones.
En nuestra Nicaragua multicultural y multilingüe debemos seguir formando a las generaciones crecientes en el hecho de desaprender la idea de que esta fecha es una celebración para nuestros pueblos. De esta forma es posible demostrar que es un momento para reflexionar y conmemorar el sufrimiento de nuestros ancestros/as, para que nuestros pueblos jamás vuelvan hacer saqueados y sometidos por el actual enemigo de nuestra cultura: el imperialismo yankee.
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