En una carta, el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió al Papa Francisco que la Iglesia católica, la monarquía española y el Estado mexicano “debemos ofrecer una disculpa pública a los pueblos originarios que padecieron de las más oprobiosas atrocidades para saquear sus bienes y someterlos, desde la Conquista de 1521 hasta el pasado reciente”.
Al mismo tiempo, le solicitó en calidad de préstamo para el próximo año tres códices –de las culturas mixteca, náhuatl y tolteca-chichimeca–, así como mapas de Tenochtitlán.
En el texto que su esposa Beatriz Gutiérrez Müller entregó personalmente al Pontífice, también planteó “que sería un acto de humildad y a la vez de grandeza que la Iglesia católica, independientemente del debate de si Miguel Hidalgo y Costilla fue excomulgado o no, reivindicara la gesta histórica del Padre de nuestra Patria”.
Tras expresarle al Papa un gran respeto como dirigente religioso y jefe de Estado, López Obrador aseguró que los pueblos originarios de México “merecen no sólo esa actitud generosa de nuestra parte (la disculpa), sino el compromiso sincero de que nunca, jamás, se cometerán actos irrespetuosos a sus creencias, culturas y, mucho menos, se les juzgará o marginará por motivos económicos o racismo”.
Le pidió en calidad de préstamo, para ser exhibidos en México durante un año, “con todos los cuidados y procedimientos legales y de seguridad que sean necesarios”, el Códice Borgia, de la cultura mixteca, que está en el Museo Borgia; el Códice Vaticano B, de la cultura náhuatl, y el Códice Vaticano A o Códice Ríos, del siglo XVI, de la cultura toltceca-chichimeca, así como mapas de Tenochtitlán.
Recordó que Miguel Hidalgo, al ser acusado de hereje, se defendió exclamando: “Abrid los ojos, americanos, no os dejéis seducir de nuestros enemigos: ellos no son católicos sino por política: su Dios es el dinero, y las conminaciones no solo tienen por objeto la opresión. ¿Creéis acaso que no puede ser verdadero católico el que no esté sujeto al déspota español?
“Como usted estará de acuerdo, abundó, la anterior reflexión es bellísima, humana y muy vigente, por eso me atrevo a expresarle: ¿No cree que, en vez de afectar a la Iglesia católica, una referencia en honor a Hidalgo y Morelos la enaltecería y causaría la felicidad de la mayoría de los mexicanos? Sólo su sensibilidad podría entender la trascendencia de dicho acto de contrición histórica”.
El presidente le explicó al Papa que lleva a cabo un profundo proceso de transformación, “cuyo distintivo es la honestidad, la justicia y la austeridad, así como el amor al prójimo, precepto que, considero, es la esencia del humanismo.
“Estas convicciones y principios se inspiran en los más destacados acontecimientos históricos de México, porque en ellos están las grandes lecciones que han recibido en distintas etapas nuestro pueblo y sus dirigentes”.
Tan es así que, abundó, “este es el motivo principal de la visita que, en mi nombre, lleva a cabo mi esposa Beatriz Gutiérrez Müller. Ella realiza este viaje para obtener códices, objetos y documentos de nuestra historia que puedan exponerse en nuestro país el próximo año, cuando se cumplirán los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán; los 500 años de la invasión colonial española y el bicentenario de nuestra Independencia, hecho, éste último que, por cierto, encabezaron dos sacerdotes buenos y rebeldes: Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón y cuyo amor al pueblo los llevó a pagar con sus vidas la anhelada libertad de nuestra patria.
“No está de más recordar que tanto Hidalgo como Morelos también lucharon, y esto es lo que considero más importante, por la justicia. Hidalgo proclamó la abolición de la esclavitud y Morelos pedía: “que se modere la indigencia y la opulencia (…), que se eleve el salario del peón (…), que se eduque el hijo del campesino, igual que el hijo del más rico hacendado (…), que existan tribunales que protejan al débil de los abusos que comete el fuerte”.
Se despidió del Pontífice “con el deseo de que podamos mantener nuestras buenas relaciones y deseándole que se conserve con salud y con larga vida. No hace falta encontrarnos, pero si algún día las circunstancias lo permiten, de nuevo refrendaré mi estimación y respeto a su persona”.
En redes sociales, el Presidente expuso que su esposa le comentó que el papa Francisco la trató con afecto y expresó su voluntad de mantener buenas relaciones por el bien del pueblo.
Fuente: https://www.el19digital.com/
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