Compartimos un poema de Rubén Darío, titulado «Unión Centroamericana». A continuación se presenta el texto:
Cuando de las descargas los roncos sones
suenan estremeciendo los pabellones;
cuando con los tambores y los clarines
sienten sangre de leones los paladines;
cuando avientan las cimas de los peñascos
como águilas que vuelan sobre los cascos;
entonces, de los altos espíritus en pos,
es cuando baja y truena la voluntad de Dios
Cuando la hormiga crece como un atlante
y los miembros adquiere de un elefante;
cuando se torna el ramo soberbio cedro,
y el pescador, Pontífice, como en San Pedro;
cuando la luz la sombra vasta subyuga,
y el alba brota, espléndida, la noche oruga;
entonces, de los altos espíritus en pos,
es cuando baja y truena la voluntad de Dios,
Cuando las plumas juntas forman un ala;
cuando la Patria, espléndida, viste de gala;
cuando el pueblo contempla nubes espesas
rasgadas con relámpagos y Marsellesas;
cuando en una bandera cinco naciones
juntan sus esperanzas y pabellones;
entonces, de los altos espíritus en pos,
es cuando baja y truena la voluntad de Dios.
Cuando por los guerreros se agitan palmas,
y hay una Patria grande para las almas;
cuando los luchadores bravos y fieles
adoran la frescura de los laureles;
y cuando las espadas y bayonetas
escuchan las canciones de los poetas;
entonces, de los altos espíritus en pos,
es cuando baja y truena la voluntad de Dios.
Unión, para que cesen las tempestades;
para que venga el tiempo de las verdades;
para que en paz coloquen los vencedores
sus espadas brillantes sobre las flores;
para que todos seamos francos amigos,
y florezcan sus oros los rubios trigos;
entonces, de los altos espíritus en pos,
será como arco-iris la voluntad de Dios.
Águilas bienvenidas, gloriosas y bizarras,
hosanna a vuestros picos, hosanna a vuestras garras;
vais siempre de los altos espíritus en pos;
lanzaos al abismo del porvenir sagrado
y avienten vuestras alas las sombras del pasado,
para que baje y truene la voluntad de Dios.
Rubén Darío (San Salvador, 1889)
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