Escrito por Carlos Fonseca Terán
Ha sido esclarecido el incendio en la Catedral de Managua. Fue un lamentable accidente, provocado por el viento y el fuego de las veladoras. Hay dos testigos, personas trabajadoras, humildes, decentes y católicas devotas.
Sólo agrego una reflexión lógica: Si los sandinistas hubiéramos provocado el incendio, como malintencionadamente afirman los golpistas y como irresponsablemente ha insinuado la CEN, ¿cuál sería nuestro objetivo? Infundir terror, dicen nuestros acusadores. Pero si alguien quiere infundir terror con un acto de este tipo, necesita que se sepa quién lo cometió, pues de lo contrario no lograría su objetivo, y a ninguna fuerza política le conviene ser señalada como autora de semejante sacrilegio, altamente ofensivo a los sentimientos religiosos de nuestro pueblo, con los cuales se identifica la gran mayoría de los sandinistas, fervientes cristianos, además de que el Programa Histórico del FSLN establece el respeto a esos sentimientos, lo que nos ha hecho ir más allá y definir el modelo que impulsa nuestra Revolución como cristiano, socialista y solidario, porque los valores éticos del cristianismo son los valores revolucionarios del sandinismo.
Por el contrario, de haber sido intencional el incendio, sería cosa segura que lo hubieran hecho los golpistas, con la falta de escrúpulos que los caracteriza y con el objetivo de acusarnos a nosotros, debido a la conocida hostilidad de la jerarquía eclesiástica hacia el sandinismo, a lo que debe agregarse la notoria presencia en las filas golpistas, de personajes cuyo ateísmo y anticlericalismo es de conocimiento público. Pero bien, tampoco fueron ellos, según se acaba de esclarecer.
Así que a pasar página, y si los golpistas quieren seguir con el tema, allá ellos; nosotros sigamos adelante con nuestras vidas y nuestra lucha en favor de los intereses de nuestro pueblo y en defensa de la Paz, la Patria y la Revolución.