Compartimos un artículo de Carlos Fonseca Terán, titulado «Seguimos y Seguiremos Venciendo». A continuación se presenta el texto original:
Seguimos y seguiremos venciendo a la pandemia del COVID19 y a la pandemia de la mentira, el miedo y el odio, porque cumplimos y seguiremos cumpliendo las medidas de precaución orientadas y tomadas por nuestro gobierno, a la vez que seguimos manteniendo activa al máximo nivel posible nuestra economía, que es una economía para la vida, y por eso aquí no se trata de escoger entre la economía y la vida, dado que nuestra base económica es de carácter eminentemente popular, impulsada por un modelo basado en el protagonismo de los ciudadanos en la vida política del país y en el control de la gestión económica por los trabajadores mediante la propiedad directa sobre los medios de producción, en convivencia con las formas tradicionales de propiedad y gestión económica, gracias a lo cual en nuestro país el 52% del Producto Interno Bruto y el 79% de las unidades económicas productivas pertenecen al sector de la economía socialmente gestionada por la micro, pequeña y mediana empresa, trabajadores por cuenta propia, cooperativas y pequeños productores, que en algunos casos son trabajadores asociados en grandes unidades empresariales, sobre todo de carácter agropecuario.
Las medidas de precaución – tales como el distanciamiento social (sin necesidad de cuarentena) o el uso de mascarillas, que reduce la posibilidad de contagios – aumentan según lo hace la cantidad de contagiados, que es algo normal y ya previsto por nuestras autoridades, para lo cual siempre hemos estado preparados. Nada que ver con las profecías apocalípticas del terrorismo mediático, según las cuales a estas alturas en Nicaragua habría decenas de miles de fallecimientos por COVID19; escenario que precisamente hemos evitado gracias a nuestro sistema de salud al servicio del pueblo y a las medidas de precaución que hemos venido tomando y promoviendo. Por su parte, en aras de sostener sus mentiras, la derecha golpista a llevado a su máxima expresión el repugnante método de la fake news, haciéndose eco de ello incluso, algunos medios internacionales que hasta ahora habían mantenido sus manipulaciones en niveles que no implicaran sacrificar prestigio y seriedad.
En los hospitales muere gente desde que los hospitales existen, pero ahora cada fallecido que sale de un hospital en su ataúd se convierte en la gran noticia amarillista del alarmismo terrorista de la derecha golpista.
Cuando el fallecimiento se debe a una enfermedad respiratoria en el marco de una pandemia causada por un virus que afecta el sistema respiratorio, aunque no esté comprobado que la causa del fallecimiento sea la enfermedad pandémica, en este caso el COVID19, como medida de precaución se recomienda que el entierro sea expedito. Es de manual.
Pero entonces los necrófilos creadores de fake news se han dedicado ahora nada menos que al oficio de panteoneros de las redes sociales desde las que pretenden enredar a la gente (nunca mejor dicho), pero para su desgracia, aquí ya no es mucha la gente que se enreda. En el 2018 muchos perdieron la inocencia en las redes, gracias a ellos mismos.
Según las estadísticas, este año la cantidad de fallecidos hasta esta fecha por enfermedades respiratorias estacionales, o sea propias de esta época del año por la llegada de las lluvias, entre ellas le neumonía, es inferior a la cantidad de fallecidos en años anteriores, precisamente porque en cumplimiento de las precauciones orientadas en las visitas casa a casa y a través de los medios del poder ciudadano, la gente se está cuidando mucho más que antes.
Es decir, aun si se tomaran todos los fallecidos por enfermedades respiratorias como si la causa hubiera sido la pandemida de COVID19, este es un año con menos fallecidos que otros años, y esto hace que pierda todo sentido el afán acusatorio del golpismo mediático terrorista en contra de nuestro gobierno, cuyo manejo correcto de la situación queda en evidencia con esta realidad, e incluso si la cantidad de fallecidos llegara a ser mayor que en otros años, tampoco tendría razón de ser esa campaña absurda de la derecha, dado que estamos enfrentando una pandemia y en todo caso, precisamente porque seguiremos tomando las medidas adecuadas, nuestras cifras ya no serán comparables jamás a las de los países que han sido rebasados por el fenómeno a pesar de contar con muchos más recursos que nosotros.
El ridículo ha llegado a extremos surrealistas al ponerse de moda en los medios de la derecha y en los mensajes del golpismo pandémico en las redes sociales, la “denuncia” de contagios por COVID19 o la “denuncia” de fallecimientos por contagio. ¿A quíen denuncian? ¿Al enfermo por haberse contagiado, en caso de que sea cierto el contagio por COVID19? ¿Al gobierno porque alguien falleció por una enfermedad que puede causar la muerte, a pesar de la atención médica que se reciba?; atención médica que en efecto se recibe, gracias a un sistema de salud al servicio del pueblo y no como los de Europa y Estados Unidos, al servicio de intereses empresariales. ¿O acaso denuncian al virus? En fin, el ridículo que hacen con tales “denuncias” sólo es comparable con el ridículo que hicieron los mercenarios que pretendieron invadir Venezuela en fecha reciente. Es que no pegan una.
Y así piensan seguir hasta que los barramos en las elecciones de 2021, en las que luego de hacer el ridículo en las urnas lo harán acusándonos de fraude, como siempre, con la falta de originalidad (y de cerebro) que les caracteriza.
En el mundo entero, entre los gobiernos que han tomado las medidas más efectivas contra la pandemia están los que como el nuestro, responden a los intereses populares impulsando modelos protagónicos e inclusivos, al servicio del pueblo y basados en el poder popular, con sistemas de salud consecuentes con estos principios. Y en el mundo entero, los únicos gobiernos que en plena pandemia están bajo asedio mediático de fuerzas opositoras que boicotean los esfuerzos contra la pandemia, son estos gobiernos comprometidos con sus pueblos, y que en consecuencia, no responden a los intereses de las grandes potencias imperialistas, que también en plena pandemia y mientras la manejan de forma errática en sus propios países, agreden económicamente a los países con gobiernos revolucionarios, como Cuba, Venezuela y Nicaragua, a pesar de lo cual seguimos y seguiremos estando entre los que han enfrentado la pandemia de la mejor manera, lo que no se puede decir de los países agresores, sobre todo Estados Unidos, cuyo gobierno es uno de los que peor han manejado la pandemia, que ha puesto en evidencia la incapacidad del capitalismo para enfrentar y resolver los grandes problemas de la humanidad y por tanto, ha puesto también en evidencia la necesidad de un cambio de sistema a nivel mundial, que tarde o temprano será una realidad.
También, te puede interesar:
Nuestra guerra, es guerra de libertadores
Augusto C. Sandino: «Morir como Rebeldes»
Nicaragua: El Frente Sandinista frente al dominio capitalista