Compartimos un artículo de Carla Caldera, titulado «Rigoberto: Hasta dejar al enemigo vencido». A continuación, se presenta el texto:
“Aunque usted nunca lo ha sabido, yo siempre he andado tomando parte en todo lo que se refiere a atacar al régimen funesto de nuestra patria y en vista de que todos los esfuerzos han sido inútiles para tratar de lograr que Nicaragua vuelva a ser (o sea por primera vez) una patria libre, sin afrenta y sin mancha, he decidido aunque mis compañeros no querían aceptarlo, el tratar de ser yo el que inicie el principio del fin de esa tiranía. Si dios quiere que perezca en mi intento, no quiero que se culpe a nadie absolutamente, pues todo ha sido decisión mía”: poema-testamento de Rigoberto López Pérez a su madre.
Rigoberto López Pérez, poeta y Héroe Nacional, el 21 de septiembre de 1956, en un acto heroico llevo a cabo el ajusticiamiento del dictador Anastasio Somoza García en la cual cayó acribillado a balazos.
Nació en León el 13 de mayo de 1929 en el seno de una familia humilde. Era el hijo mayor de cuatro hermanos Salvador, Efraín y Margarita , fruto de la unión matrimonial de Soledad López Calero, vecina del barrio de El Calvario de la ciudad de León, mujer sencilla y hacendosa y Francisco Pérez.
Rigoberto, un hombre con un gran sentido humanista, amante de su patria, creyente de la libertad que merecía su país, ofrendo su vida como muchos otros para que hoy estemos viviendo estos tiempos de victorias; el compromiso de Rigoberto López Pérez por la libertad le llevó a plantearse que la única forma de acabar con la dictadura de Somoza era la eliminación física del dictador el 17 de septiembre de 1956. Él llegó a Managua con el plan del asesinato de Anastasio Somoza García ya preparado.
El acto heroico realizado por Rigoberto conlleva a ser tildado como “Patriota Ejemplar” por todos aquellos nicaragüenses que estaban hastiados de los abusos cometidos por la familia dictadora “Somoza”, en cambio para el entonces gobiernos de Nicaragua y el de Estados Unidos el acto de López fue condenado, pero fue hasta la formación del FSLN que el acto de Rigoberto López Pérez fue tomado como ejemplo para quienes luchaban con los mismo ideales que Rigoberto por una Nicaragua Libre y más justa para todos y todas. Su nombre fue enaltecido, Rigoberto López es un ejemplo a seguir por sus militantes y partidarios.
Tras el triunfo de la Revolución popular Sandinista en 1979, la figura de Rigoberto adquirió valor y, desde ese entonces, ha sido recordado por toda la Militancia del Frente Sandinista. El 21 de septiembre de 1981 la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de la República de Nicaragua otorga, mediante el Decreto No. 825, publicado en La Gaceta Diario Oficial No. 218 del 28 del mismo mes y año, el título de Héroe Nacional a Rigoberto López Pérez.
Dentro de las obras musicales y literarias de Rigoberto López Pérez, no cabe duda que la más importante y de mayor trascendencia es la acción del ajusticiamiento del dictador Somoza García.
Antes de realizar su acción, Rigoberto escribió una carta a su madre en donde explicaba y justificaba su acción. Esta carta se convirtió en su testamento político.
La carta, dirigida a su madre, expone desde el primer párrafo su implicación en la lucha contra la dictadura y su decisión de realizar la acción.
Rigoberto López Pérez. a través de sus poemas, muestra una expresión de política, en los cuales claramente da a conocer su humanismo patriótico. En su poesía se logra observar las preocupaciones que lo agobiaban y su interés e importancia para defender su tierra amada.
La juventud de hoy en día continúa el legado del héroe; en estos tiempos difíciles a nivel mundial la juventud nicaragüense demuestra desde los diferentes espacios el amor al prójimo, trabajando por los más desprotegidos, defendiendo estas conquistas dignas de nuestra revolución a través de la trinchera digital, promoviendo un ambiente sano desde el deporte, mostrando el amor y entrega a la madre tierra, pero sobre todo desde el ámbito cultural. Esta última, una trinchera revolucionaria que muestra el amor y orgullo de ser nicaragüenses, con poetas como Rigoberto, por medio de la música, el baile, artes plásticas, teatro y muchos ámbitos más de las artes que nos identifican como nicaragüenses y despiertan día a día el amor patriota en esta nuevas generaciones, que es la convicción y ejemplo del revolucionario.
Sin duda alguna Rigoberto es un joven ejemplo de amor a la patria, ejemplo que ha quedado impreso esta nueva generación de revolucionarios que no se venden, ni se rinde jamás.
“Por ti seguiría peleando, defendiéndola de ciudad en ciudad hasta ver en tu cielo brillando, brillando el sol de la libertad”: Confesión de un soldado- Rigoberto López Pérez.