Compartimos con nuestros lectores el Comunicado enviado por la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional el 01.10.1978, en el marco del primer aniversario de la Ofensiva de Octubre de 1977. A continuación se presenta el texto original:
Fecha: 01.10.1978
Grupo: Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)
País: Nicaragua
Categoria : Comunicado
Septiembre de 1978 marca la epopeya del pueblo nicaragüense al hacer suya la Insurrección Popular Sandinista orientada y dirigida por su vanguardia revolucionaria el F.S.L.N.
Al cumplirse el primer año de la Ofensiva de Octubre de 1977, podemos señalar con argumentos certeros la gran aportación que realizó ese mes al cúmulo de la teoría revolucionaria. Abrió el camino al trazar una línea política clara, despertó la conciencia del pueblo, estremeció a los partidos políticos de izquierda y de derecha y puso de manifiesto la debilidad de la dictadura somocista. Septiembre de 1978, pues, no es más que la consecuencia directa de octubre de 1977.
La estrategia de la Insurrección Popular Sandinista puesta en marcha en octubre de 1977, no admite discusión. Los resultados están a la vista, aunque nuestros críticos afirmen lo contrario. Apreciamos con justa razón por aquellos días que los combates armados desembocarían en una Insurrección popular al atacar a la Guardia Nacional en sus propios cuarteles. La enseñanza obtenida en estos doce meses nos obliga a explicar a nuestros abnegados combatientes y militantes de la organización, e igualmente a nuestro heroico pueblo, las conclusiones de una etapa convulsionada y las tareas inmediatas de la Revolución.
Por un lado, sin lugar a dudas, podemos indicar que a través de todo el proceso insurreccional nuestra organización definitivamente consiguió controlar el movimiento armado. No existe fuerza política o tendencia contraria que lo someta a la prueba de la polémica. Se verificó en el terreno de los hechos la concepción insurreccional de nuestra estrategia. ‘ Significa en todo caso que Octubre de 1977 orientó los levantamientos de las masas en Septiembre de 1978, que colocó a la orden del momento el alzamiento del pueblo organizado por primera vez en la historia del movimiento revolucionario nicaragüense. Es por ello que hoy rendimos homenaje a los héroes de octubre, muertos en combate y en quienes recayó la tarea histórica de aplicación y comprobación de la teoría insurreccional popular sandinista.
JORGE SINFOROSO BRAVO SAENZ
JUAN CARLOS HERRERA
NORMAN LOPEZ PORRAS
ISRAEL LEVITES
ELVIS CHAVARRIA
DONALD GUEVARA
Ante el juramento sandinista de PATRIA LIBRE O MORIR y en el entendido de que su ejemplo no será en vano, nos comprometemos con decisión y coraje a continuar la lucha antisomocista hasta destruir totalmente a Somoza y su Guardia Nacional somocista.
Algunos historiadores en cuestiones militares consideran los procesos bélicos por etapas y los resumen en fases. Nos atendremos a dicha regla. El espacio de tiempo entre Octubre de 1977 y Enero de 1978 significa, a nuestro juicio, la aplicación y comprobación de la concepción insurreccional y la estrategia política del Frente Sandinista. Enero y Febrero, por otra parte, afirman tal teoría DENTRO del proceso revolucionario al encontrarse en el contexto nacional, el fenómeno político anti-dictatorial y la Insurrección Armada. De esto resulta la primera gran crisis económica de carácter general, enmarcada en una situación de ofensiva armada.
Por otra parte, se logró conjugar en un sólo movimiento, los tres fenómenos sociales más importantes para dar validez a la tesis insurreccional y con los cuales debe contarse para que la Insurrección estalle: lo económico, lo político y lo militar. La fase iniciada en Enero concluye con la toma del Palacio Nacional y de allí en adelante se desarrolla otra de las fases de gran valor para el Movimiento Sandinista. Es sólo partiendo de este análisis que podemos abordar Septiembre de 1978.
La toma del Palacio Nacional obedece al Plan Estratégico Insurreccional para derrocar a la tiranía. La operación no es casual. Fue planeada y orientada por la Dirección Nacional del FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL desde meses atrás. Tal y como fue concebida, la acción resultó de gran magnitud al grado de poner en movimiento al pueblo, de elevar su moral combativa y hasta logró aglutinar a todo el conjunto de fuerzas políticas de la oposición nicaragüense. Por tal razón, los preparativos para dar inicio a la ofensiva general no se podían postergar y mucho menos obviar dicha coyuntura. La situación del pueblo nos obligaba a salir adelante, aún a costa de nuestras limitaciones en el plano militar. Sin embargo, nos cabe el mérito de haber preparado las condiciones insurreccionales, objetivas y subjetivas, y aquí es donde se experimenta el control de la situación política y militar por parte del Frente Sandinista, el control de la realidad por el cual hemos venido luchando.
La ofensiva armada desencadenada en Septiembre significa, para algunos, un fracaso y esto únicamente porque no se cumplieron los objetivos de la toma del poder. Para otros, en cambio, tiene un sentido altamente militar. Pero ni lo primero ni lo segundo son concepciones correctas. En modo alguno puede ser considerada un fracaso ya que los factores que determinaron la ofensiva insurreccional, se mantienen e igualmente permanecen las causas del levantamiento de masas que la originaron. Por otro lado, el F.S.L.N. no sólo se mantiene sino que también ha crecido en militantes y combatientes y con esto el movimiento popular resultó consolidado ideológicamente.
Existen múltiples enseñanzas de lo que fue Septiembre y podemos clasificar una de ellas desde una perspectiva militar, revelándonos a la vez el método para combatir al enemigo. El pueblo puso en movimiento todo su potencial revolucionario a favor de la revolución y puso en el centro de la Insurrección formas de lucha que rebasaban la técnica militar de la Guardia Somocista. Las barricadas, las trincheras, las fogatas, etc., asumen en la Insurrección Popular Sandinista prioridad ante la técnica militar superior de la Guardia Nacional Somocista. Es la forma de defensa conveniente para los intereses militares del pueblo que no tiene al alcance la técnica adecuada y que no está dispuesto a que le arrebaten los frutos de su sacrificio. Por otra parte, la misma ofensiva militar trajo como consecuencia una profunda debilidad del somocismo ya que aún cuando éste recuperó las ciudades tomadas por el F.S.L.N. y el pueblo, ello no significó fortaleza de parte de Somoza y su Guardia Nacional Somocista, por el contrario, allí se comprobó la ineficacia de la Guardia Nacional, su VULNERABILIDAD. En cambio, la organización F.S.L.N. se desarrolló hasta límites insospechados, es decir, emergió con más fuerza hasta convertirse en la fuerza rectora de la lucha popular organizada y sin lugar a dudas ese es el gran mérito de Septiembre. Las otras tendencias del F.S.L.N. no pueden, lógicamente extraer estas conclusiones ya que carecen de una compenetración profunda de la concepción de guerra Insurreccional.
Los análisis parten de un esquema elaborado de antemano y por lo tanto llegan a resultados contrarios a los nuestros.
«Sí hay solución política para Nicaragua, la misma que venimos pregonando todo este tiempo: debe cumplirse con la Constitución y la Ley», dijo Luis Palláis Debayle al corresponsal de ACAN-EFE. Esa frase significa que Somoza desea dar una solución política a la crisis. Es decir, que piensa utilizar la «ley». Sin embargo, no creemos que sea así. Somoza trata de sacar ventaja política con sus «triunfos» militares, aún dentro de una situación política que le es adversa. Trata, en todo caso, de mejorar su imagen en el extranjero y aunque la misma OEA le brinda un cierto margen de tolerancia política, al no condenarlo en su dictamen sobre la violación del territorio costarricense, forzosamente entendemos que los medios militares continuarán siendo, en manos del somocismo, el arma adecuada para resolver los problemas. Desde ya entonces, el F.S.L.N. y el pueblo realizan los preparativos técnicos militares empleando el menor tiempo posible para desatar, definitivamente, la ofensiva armada contra el somocismo.
Ahora bien el próximo estallido violento será mucho mejor preparado. Acumularemos técnica militar, elevaremos el nivel técnico de instrucción para garantizar el triunfo de la Insurrección. Toda la experiencia recogida en estos 12 meses será transformada en victoria revolucionaria, más temprano que tarde, en la medida en que la Insurrección Armada controle rodas las formas de lucha, antiguas o nuevas, y las ponga al servicio del movimiento insurreccional, donde el pueblo se destacará como el verdadero protagonista del derrocamiento de la dictadura.
Teníamos que pasar por varias pruebas de fuego para realizarnos como fuerza política en el país. Todos los organismo políticos, sin excepción, incluyendo a los sectores más reaccionarios del Gobierno de los Estados Unidos tratan por todos los medios de restar empuje e influencia a nuestra organización.
Toda la estrategia de nuestros enemigos está dirigida contra el F.S.L.N. Por eso no es casual que los Estados Unidos tratan por todos los medios de restar empuje e influencia a nuestra organización. Toda la estrategia de nuestros enemigos está dirigida contra el F.S.L.N. Por eso los Estados Unidos impulsan una política de mediaciones sin tocar en ningún momento los crímenes del somocismo, ya no digamos sus propios intereses económicos. Mientras exista una política de mediación o de cualquier tipo que pretenda mantener el somocismo, invariablemente estaremos opuestos a ella.
La Organización de Estados Americanos (O.E.A.) en todo caso es la menos indicada para mediar y mucho menos investigar las violaciones de los derechos humanos, investigación que además resulta sobrancera pues lo que salta a la vista no necesita, para comprobarse, de los buenos oficios de los Estados Unidos y la O.E.A.
No podemos aceptar una mediación con Somoza y dejarnos guiar por meras frases «humanitarias» cuando a los ojos del mundo se evidencia como un criminal de guerra. Nuestra consigna, plasmada en la acción del Palacio Nacional, es, «MUERTE AL SOMOCISMO» y con esta línea elaboramos nuestros planteamientos. Como fuerza política y dirigente del proceso anti-somocista, el F.S.L.N. no puede ser arbitrariamente aislado, tal y como pretenden los Estados Unidos. Y es que la fuerza adquirida no es el resultado de causas fortuitas sino y más bien producto de una acertada estrategia política y militar y de su correcta aplicación.
En el terreno militar fuimos capaces de trazar una ofensiva armada que supimos conducir ganando así el mérito de ser la vanguardia revolucionaria del pueblo. En tales condiciones, hoy nos preparamos con el pueblo sandinista de Nicaragua a asestar el golpe definitivo contra la tiranía somocista.
¡VIVAN LOS HEROES Y MARTIRES DE SEPTIEMBRE!
¡VIVA EL HEROICO PUEBLO DE NICARAGUA!
¡VIVA EL FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL!
¡MUERTE AL SOMOCISMO!
Patria libre o morir
Por la Dirección Nacional del
FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL
(F.S.L.N.)
Daniel Ortega Saavedra
Víctor Tirado López
Humberto Ortega Saavedra
ESTADO MAYOR FRENTE CENTRAL «CAMILO ORTEGA»
ESTADO MAYOR FRENTE SUR «BENJAMIN ZELEDON»
ESTADO MAYOR FRENTE OCCIDENTAL «RIGOBERTO LOPEZ PEREZ»
ESTADO MAYOR FRENTE NORTE «CARLOS FONSECA AMADOR»
Algún lugar de Nicaragua,
Octubre 1978
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