Compartimos un artículo escritor por Monzón Fornos, titulado originalmente: “La horrible verdad de Cuá: Campesinas hacen patético relato”. A continuación se presenta el texto original:
Después de sufrir tres meses de cárcel en la montaña, fueron puestas en libertad María Venancia Hernández, quien aparenta más de 90 años de edad, es sorda, de baja estatura y su cuerpo cadavérico; Amanda Aguilar de 50 años con sus hijitas Petrona y Marina de 6 y nueve años respectivamente; Cándida González de 16 años y una niñita parienta suya de 6, quienes después de vencer serias dificultades se encuentran en esta ciudad padeciendo de paludismo y desnutrición.
Martínez Hernández, de 30 años, Angela García de 25 y siete menores, entre las edades de dos y cinco años. Al salir de la cárcel, Estebana García de 35 años, con cuatro menores de dos a cinco años, dio a luz. Tuvo que regalar sus hijos a un finquero; Emelina Herández de 16 años, Catalina Díaz de 29 años con cinco menores, de uno a 10 años, estas se encuentran muy enfermas en la montaña y no pudieron salir por falta del pasaje.
Relatan las que vinieron que ellas fueron capturadas el 25 de febrero en “Tazua”, cuando venían de Waslala. En Tazúa tenían milpas y otros siembros. Amanda Aguilar, fue capturada con ellas por haberles dado posada para que durmieran una noche; fueron trasladadas días despúes al Cuá.
Cuentan que durante estuvieron en Cuá, las patrullas militares entraban y salían con prisioneros. “A Esteban lo montaron en el helicóptero, al poco rato regresaron sin él…” “A Juan Hernández, lo sacó la patrulla una noche y no regresó más…” “Otra noche sacaron a Saturnino González y no lo volvimos a ver…” “A Francisco González también se lo llevaron…» eso ocurría casi todas las noches con gente que no conocíamos también… Cuando hablaban parecía que en sus mentes se proyectaba la pesadilla de la cárcel y las lágrimas aparecían en sus rostros.
Después fueron trasladadas al Carmen en un camión militar. Aquí fue peor: “no nos daban de comer… una cocinera de la “hacienda” nos pasaba escondida, tortillas con sal y por café, agua…” – esto les ocurrió más de 15 días-. “La Matilde abortó sentada cuando en toda una noche nos preguntaba por los guerrilleros…” “A la Cándida, le dijo un guardia “vení lávame este pantalón” y era para otra cosa que la quería… a los tres días que salimos dio a luz… Cándida es una joven de 16 años con una niña que amamanta muy diminuta y desnutrida la que milagrosamente se mantiene con vida. Ella permanece tumbada en la cama padeciendo de paludismo.
Estas mujeres serán llevadas al Congreso Campesino que tendrá lugar en Managua a fines de esta semana.
Entre los hombres de otras mujeres que permanecen prisioneras en los cuarteles de montaña y que logran acordarse están: Raymunda Hernández, de 55 años de edad, sus cuatro hijos que fueron capturados por la guardia los da por muertos: Salvadora Campos de 50 años con cuatro menores; Basilia González de 30 años; Aurelia Hernández de 18 años con un hijo de 18 meses y hay más reos entre hombres y mujeres que sufren hambre y enfermedades sin que exista para ellos una Cruz Roja, o algo por el estilo.
Cuando se les pregunta por los guerrilleros dicen “nosotros no sabemos de ellos, sólo sabemos que estamos muy enfermos y que no volveremos a ver a nuestros padres, esposos e hijos.»
También, te puede interesar:
Comunicado 18.11.1978: Del Estado Mayor del Frente Norte «Carlos Fonseca»
1983: Carta de Comunidades Cristianas de Estelí sobre capturados por Somocistas
Me gusta