Escrito por Oscar Ruiz de Huidobro
Hace 50 años que no estas. Te sembraste el 2 de setiembre de 1969. No viste tu revolución triunfante con que seis años después te homenajeó tu pueblo victorioso. Fuiste capaz de demostrar junto a Giap, Le Duan y Tronching que los EEUU era “un gran coloso con pies de barro”. Te fuiste, no sin antes influenciarnos y aportarnos tu fiebre patriótica de lucha al todo o nada por el pan, la paz y la libertad.
Naciste en la Indochina francesa cómo Nguyen That Thanh. Pronto emigraste a París en 1912. Allí En París escribias, eras poeta. Simultaneamente militaste en el partido socialista francés (SFIO). Cuando la Revolución rusa triunfó en 1917 te alineaste con el grupo que fundó el Partido Comunista Francés. Participaste activamente en la Internacional Comunista. En 1924 te fuiste a China, Por encargo de la Komintern, te integraste en la Escuela Militar de Huangpu para enseñar a las organizaciones comunistas asiáticas el arte de la guerra revolucionaria. Paralelamente organizaste una Juventud Revolucionaria. Con aquellos exiliados impulsaste una revolución anticolonial en Indochina. Con ese grupo después de la matanza del 3 de abril 1927 protagonizada por Chiang Kai-shek contra el comunismo. Escapaste clandestinamente, fundaste el “Tanh Nien” o Partido Comunista Indochino.
De esa manera, por tu lucha comunista fuiste condenado a muerte por los invasores franceses. En 1931 otro exilio. Esta vez te dio asilo la Unión Soviética. Siete después entraste en contacto con Mao Zedong en China. En 1941 en el marco de la Segunda Guerra Mundial, ingresaste clandestinamente a Vietnam para participar en la lucha contra Japón y Francia. Siempre fiel a tus principios marxistas leninista fundaste el “Vietminh” que conocimos como Liga para la Independencia de Vietnam. Después creaste el Ejército Popular de Vietnam y Finalmente el Frente de Liberación Nacional.
Tratando de formar un frente amplio para luchar contra los dos frentes de los japoneses como de los franceses, articulaste con el dirigente nacionalista chino Chang Kai-shek. Éste, en poco tiempo te metió en prisión de nuevo. Fuiste liberado en 1943. ¿Qué otra cosa podías hacer libre? Tomaste el mando del grupo revolucionario lo enriqueciste con tu política y profundizaste la insurrección nacional vietnamita contra los franceses. Entre los varios nombres que te movías adoptaste un nuevo nombre de guerra: Ho Chi Minh y seguiste luchando política y militarmente con mayor relación de fuerzas.
En 1945 como parte de la estrategia japonesa para ganar y usar al nacionalismo asiático en contra de los invasores europeos. No te tragaste la mentira del reconocimiento formal de la independencia de la República Democrática de Vietnam. Seguiste organizando más al Vietminh. Tuviste razón. Al terminar la guerra con Japón derrotado, los imperialistas decidieron en la Conferencia de Postdam dividir Vietnam en dos zonas. No pudieron desconocer al Vietminh y tuvieron que entregarle la parte norte que quedó cómo la República Democrática de Vietnam. El sur quedó para el imperialismo británico.
Casi un año después, Gran Bretaña entregó a Francia su zona de ocupación del sur vietnamita. El gobierno francés, sabiendo de tu influencia, se negó a reconocer al nuevo Estado del norte e intentó recuperarlo cómo parte de sus antiguas colonias de Indochina. No les fue fácil. Estabas tú “Tío Ho” y tus camaradas Giap, Le duan, Tron Ching y otros y el Vietminh sostuvieron una nueva guerra. La relación de fuerzas creció con el apoyo de la Unión Soviética y de China. En el sur el emperador Bao Dai apoyado por Francia y Estados Unidos, se convirtió en un Estado enemigo a muerte.
En 1954, tras la batalla de Dien Bien Phu, la guerra se saldó con el triunfo del Vietminh. Otra vez “Tío Ho” tú táctica y estrategia obligó a Francia a reconocer la existencia en Indochina de cuatro Estados independientes: Vietnam del Norte, bajo tu gobierno, Vietnam del Sur, Laos y Camboya. Sin perder los beneficios del triunfo político estableciste un régimen socialista en articulación con la Unión Soviética. Impulsaste una profunda reforma agraria que consolidó tu liderazgo entre los campesinos. Te esforzaste en impedir la corrupción y el abuso de poder. Mantuviste un liderazgo basado en profundizar los conceptos marxistas leninistas de fortalecer el elemento subjetivo, compartiste las decisiones políticas y en mantener un estilo de vida austero y popular.
Nada te sacó del objetivo y proseguiste incansablemente la lucha revolucionaria por la reunificación de Vietnam. Prestaste apoyo e incentivaste desde al movimiento guerrillero comunista del sur. Tus Vietcong, se enfrentaron a una dictadura sostenida por la ayuda militar de Estados Unidos. Nada los hacía detener.
Desde 1957, la insurrección masiva del campesinado bajo la dirección del Vietcong contra el gobierno pro yanqui del sur, hizo volcar el peso de la guerra sobre el ejército norteamericano. Ni abrumadora superioridad militar, que sólo sirvió para masacrar a la población civil, hizo perder la táctica y estrategia política militar del Partido Comunista de Vietnam. Desde 1968, el presidente norteamericano Lyndon Johnson abrió negociaciones de paz con Vietnam del Norte, a la cual el “Tío Ho” aceptó sin dejar de combatír jamás. Así, los EEUU conocieron la derrota con la capitulación de Richard Nixon.
Lástima que tú nuestro querido Ho Chi Ming, único líder y fundador del partido y del Ejército Revolucionario pudo presenciar uno de tus mejores finales de tus obras proyectadas: Derrotar a los EEUU. Te sembraste antes del fin de la guerra. No pudiste ver el hundimiento militar de Vietnam del Sur y del “coloso de pies de barro” en1975, ni la reunificación del país bajo el comunismo que tanto impulsaste. En tu honor, el pueblo vietnamita puso el nombre de Ciudad Ho Chi Minh a la antigua capital de Vietnam del Sur, Saigón. A 50 años de tu partida seguimos aprendiendo de vos t tratando de emularte.
¡ Hasta la Victoria Siempre! “Tío Ho”. Venceremos.
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