La única alternativa que le queda al pueblo, cuando la injusticia y la violencia de estado se fortalece más y más tras leyes represivas, es el derecho a Rebelión y así hacer frente a la explotación y la destrucción del medio ambiente, que han hecho los grandes monopolios económicos y financieros.
Cuando tienes un país con un ministro del interior, como lo es Víctor Pérez; que fue alcalde de Pinochet, ligado al campo de tortura alemán en Chile de Paul Schaffer: “Colonia dignidad», y fuertemente ideologizado por los objetivos económicos, políticos y militares de la tiranía del general Augusto José Ramón Pinochet Ugarte, no queda más que decir que este personaje siniestro y manipulador, siempre tratará el tema de la violencia con un tono sesgado, pleno de eufemismos y falacias, como lo hizo en entrevista a canal 13, entregando argumentos que solapadamente apoyan el accionar de las fuerzas represivas, y el modo en que el Estado a administrado este tema, afirmando que la violencia es organizada por el narcotráfico y grupos entrenados que actúan en la Araucanía y ciudades del país. Sin embargo, este mismo ministro, nunca habla de que son las organizaciones de ultra derecha/racistas paramilitares, coludidas con el Narco, ex agentes de la dictadura y lumpen desclasado; como por ejemplo, el “Comando Trizano”, las que actúan impunemente en el sur de chile, generando caos y montajes, para culpar a aquellos que solo desean recuperar sus territorios.
Entonces, y a la luz del manoseo que se ha hecho del “farandulero” argumento de la “violencia”, fuertemente utilizado por el poder del Capital en sociedades como la chilena; sometidas y adoctrinadas por décadas en la aceptación del argumento falaz y mentiroso de que: “para avanzar en democracia se requiere de Paz», obliga de una vez y por todas a detenernos en este tema; utilizado hasta decir basta, por un sector de la sociedad, que lo emplea como una forma de amedrentar y controlar al pueblo, instalando en el inconsciente colectivo, de gran parte de la población, la idea de que no existe posibilidad de avanzar y “ser mejores” sin Paz.
La idea de Rebelarse o defenderse de todo un aparataje institucional del terror de Estado; administrador de las mal llamadas “democracias representativas”, es manipulada por el poder, para sostener que hay sectores de la sociedad, que buscan “accionar de manera destructora” del sueño “Americano a la Chilensis”, implementado en sus inicios por los famosos chicagos boy.
La manipulación mediática que se ha hecho de la violencia, antes, durante y después de la revuelta del 18 Octubre 2019, ha puesto sobre la mesa la idea de que existe una violencia legitima y otra ilegítima. Por supuesto, en Chile, país altamente adoctrinado y sometido pos-dictadura, se ha aceptado y normalizado la violencia del terrorismo de Estado, que con sus instituciones políticas burguesas, militares y policiales, se presentan como las defensoras del poder capitalista chilensis, y cuyo accionar se ha visto reflejado a lo largo de la historia, con innumerables matanzas de obreros y pueblo, protegiendo así, los intereses de la oligarquía criolla y de transnacionales capitalistas, en desmedro de aquellos a los cuales el sistema tacha de violentos y subversivos, es decir, aquellos que osan rebelarse y subvertir el mal llamado “orden público”, que no es más que el orden institucional de ricos y privilegiados y su famoso acuerdo por la paz, pero militarizada, que en contexto de pandemia es aprovechada para mantener al pueblo en un eterno estado de sitio.
Entonces, la pregunta que debemos hacernos es: ¿quién defiende al pueblo de empresas abusadoras (AFP, BANCOS, ISAPREAS, FORETALES, TPP, IIRSA etc. etc.) y violentos capitalistas nacionales y extranjeros, y su Ejército represor, repleto de psicópatas asesinos? Cuando los grandes capitales ven amenazado y en peligro sus intereses, y así ha quedado demostrado a lo largo de la historia, echan mano, de inmediato, al discurso de la violencia, además de su ejército/policial (FFAA) protector de la clase más pudiente y rica de este país, los que juntos arrastran una estela de muerte, tortura y represión sistemática, dirigida contra todo aquel que intente defenderse y manifestar su descontento contra el sistema y su “Normalidad”.
La única alternativa que le queda al pueblo, cuando la injusticia y la violencia de estado se fortalece más y más tras leyes represivas, es el derecho a Rebelión y así hacer frente a la explotación y la destrucción del medio ambiente, que han hecho los grandes monopolios económicos y financieros, que junto al Estado sostienen un sistema, una forma de vida con individuos plenos de privilegios, que protegen las mal llamadas “democracias representativas”.
Ante estos hechos, No puede caber duda, entonces, en el legítimo derecho a la autodefensa del pueblo, pues el bloque en el poder a hecho una apología de la violencia de los otros (el pueblo desprotegido), pero dejando fuera su violencia de Estado Terrorista, poniéndola, además, como única medida capaz de controlar, reprimir y frenar al pueblo consciente de los abusos a los que son sometidos por el modelo de mercado, sus FFAA y policiales y los medios de comunicación, que fomentan y manipulan las mentes de la población, legitimando la violencia del terrorismo de estado y deslegitimando la autodefensa del pueblo, con medidas coercitivas como las elaboradas últimamente por Sebastián Piñera, y que legalizan aún más el accionar violento de las fuerzas policiales y armadas de este país, en contra de la ciudadanía que se rebela ante el actual estado de cosas.
Estamos en un momento de la historia de la humanidad, que ha visto como el capitalismo y su racismo han sido rechazados y cuestionados en gran parte del planeta, con innumerables y multitudinarias manifestaciones (EEUU, China, Francia, Grecia, España etc.); no menos violentas que las de Chile y donde queda una vez más demostrado, que los grandes cambios en la historia de la humanidad, nunca se han alcanzado con acuerdos interburgueses por “La Paz armada” de un solo sector de la sociedad; sector que elabora discursos antiviolencia, pero que echa mano a esta para sostener y mantener modelos económicos fracasados como el capitalismo, pero que a pesar de todo, se acomoda dialécticamente y logra permanecer en su sitio, llenando aún más los bolsillos de la banca internacional.
El pueblo debe estar claro, que para ser realmente libres, debe construir o elaborar una nueva forma de vivir y relacionarse, fuera del “Acuario capitalista”. No podemos luchar con una mentalidad que opera con la idea de petitorios y demandas al capital, pues estos nunca otorgarán nada, por el contrario, lo defenderán con distintas alternativas, ya sean por medio del ejército de los ricos y privilegiados o a través de cambios de constitución, propias de las democracias representativas, que como dijera anteriormente, solo representan a poderosos y privilegiados, y donde la mayoría del pueblo es vagón de cola de la clase política y social, que fomenta la política de los acuerdos Inter burgueses.
Es necesario entender, que la sola forma de que el pueblo llegue a ser realmente libre, es generando una base material propia, no la que ha elaborado el capital, y sus Estados seudo democráticos a través de la historia, con constituciones elaboradas a espaldas del pueblo….Es fundamental desarrollar una real “clase para sí”, donde el pueblo se empodere de esta idea, pero de verdad, y por supuesto, avanzar en aquello que protegerá esa base material, con sus nuevas relaciones y modos de producción, para la comunidad toda y en autogestión: Un verdadero Ejército del pueblo, un Ejército Popular, que garantice la vida comunalizada de la población.
Un punto que me parece importante no dejar de mencionar, es el que merecen aquellos que de tanto repetir y reiterar el concepto de violencia, se transforman en colaboradores del proceso de normalización de la violencia de Estado, expresado en discursos llenos de eufemismos como el de Sebastián Piñera, del ministro Víctor Pérez y toda la clase política en torno al tema, con el único objetivo de mantener sus intereses egoístas y mezquinos, en pos de un modelo de mercado, que otorga ganancias y privilegios a un sector minoritario de la sociedad, pero de gran influencia en el país y el extranjero, como es la banca y empresas nacionales y transnacionales, que extraen y exprimen la vida y la naturaleza de los territorios de gran parte de Chile , América Latina y el Caribe.
Solo terminar diciendo que mientras exista miseria, hay una frase que se debe ir legitimando cada vez más: … “Cuando las injusticias se hacen ley, la rebelión de los pueblos oprimidos es un derecho”….
Fuente: https://telesurtv.net/
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