Por Harun Elbinawi
“Que todas las banderas se unan, que todos los frentes se articulen y que todos los escenarios se abran en pos de un objetivo y un propósito grandes, nobles y sagrados: liberar Palestina y devolverla al seno del Islam. Nuestro encuentro con ustedes se realizará en los patios de la Mezquita Al-Aqsa, liberada y purificada, si Dios quiere, y eso no es difícil para Dios.”
Estas son las palabras de Mohammed Deif, comandante en jefe de las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, rama militar del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), pronunciadas inmediatamente después de que el movimiento palestino, con sede en Gaza, lanzara la histórica operación Tormenta de Al-Aqsa el 7 de octubre, sorprendiendo por completo al régimen israelí y a sus aliados occidentales.
Ese día, la valiente Resistencia palestina humilló al régimen ocupante, destruyendo su falsa imagen de invencibilidad militar y de inteligencia.
El 7 de octubre quedará grabado en la historia como el día de la libertad del pueblo palestino oprimido, un hito en los anales de la lucha por la liberación.
Es una fecha que los palestinos oprimidos y los defensores de la libertad y la justicia recordarán y celebrarán eternamente.
Es crucial analizar los logros de esta histórica operación militar, que se llevó a cabo en respuesta a décadas de ocupación, opresión, subyugación y colonialismo de asentamiento perpetrado por el régimen de Tel Aviv.
La operación Tormenta de Al-Aqsa llevó la causa palestina al centro de la atención pública mundial. Los criminales sionistas del apartheid racista que ocupan Palestina intentaban relegar la resistencia a la sombra del olvido.
Sin embargo, esta operación desmanteló ese complot y revitalizó la prolongada lucha palestina por la libertad.
La operación Tormenta de Al-Aqsa expuso a ciertos traidores árabes que habían traicionado a Palestina y a la causa palestina. Sus corruptos gobernantes normalizaban las relaciones con el régimen genocida israelí, a pesar de que este continuaba asesinando a inocentes civiles palestinos.
La operación del 7 de octubre reveló al mundo la verdadera identidad de esta ocupación apoyada por Occidente. Demostró que son despiadados, sanguinarios, crueles y sádicos.
Asesinaron a sangre fría a médicos, enfermeras, periodistas y funcionarios de la defensa civil. Destruyeron más de 800 mezquitas y 3 iglesias; una de esas iglesias era una de las más antiguas del mundo.
Bombardearon y destruyeron todos los hospitales del territorio asediado. Y mataron a bebés y niños. Estos bárbaros sionistas asesinaron brutalmente a más de 16 000 niños inocentes en Gaza en sólo un año, muchos de ellos bebés que nacieron y murieron en medio de la guerra.
La operación Tormenta de Al-Aqsa fortaleció al Eje de Resistencia. Todas las facciones del Eje han llevado a cabo desde octubre pasado operaciones contra el régimen genocida en solidaridad con Gaza.
Desde la República Islámica de Irán hasta el valiente Movimiento de Resistencia islámica de El Líbano (Hezbolá), pasando por el honorable pueblo de Yemen y la vibrante Resistencia iraquí, todos los que son los verdaderos partidarios de la Resistencia palestina se han unido contra la entidad sionista apoyada por los EE.UU.
La operación Tormenta de Al-Aqsa también unió a todos los palestinos bajo una sola bandera en la guerra contra el régimen israelí. Todas las facciones de la Resistencia palestina están hoy unidas en la lucha contra la injusticia histórica de la Palestina ocupada a pesar de todas las malvadas maquinaciones israelíes.
La operación Tormenta de Al-Aqsa expuso a los países musulmanes que tienen vínculos diplomáticos y comerciales secretos con el régimen israelí y han permitido más de 76 años de ocupación ilegal de Palestina.
También expuso la relación secreta entre algunos gobernantes árabes y el régimen sionista ilegítimo.
Esta operación histórica expuso la maldad genocida del malvado imperio estadounidense y del régimen del Reino Unido ante todo el mundo. Casi todas las bombas que los asesinos de niños israelíes han utilizado para asesinar a los casi 42 000 civiles palestinos inocentes les fueron entregadas por los estadounidenses.
El discurso de Estados Unidos sobre los derechos humanos es pura retórica vacía. El régimen estadounidense es el enemigo jurado de los derechos humanos, especialmente en los países de mayoría musulmana. Cada día, los genocidas asesinos de niños israelíes asesinan a más de 100 palestinos inocentes, incluidos niños, con bombas fabricadas y suministradas por Estados Unidos.
La operación del 7 de octubre del año pasado anunció el fin de la civilización occidental arraigada en el genocidio, la esclavitud, el saqueo de los recursos de otros países, el apartheid y el racismo crónico.
Hoy, el mundo entero está presenciando la manifestación genocida de la civilización occidental en el genocidio israelí en Gaza. Las acciones asesinas de los asesinos de niños israelíes que ocupan Palestina son ahora conocidas por todo el mundo. Esta maldad genocida no tiene parangón en el mundo entero.
Lo que hizo esta operación fue cambiar para siempre la ecuación entre el ocupante y el ocupado.
Fuente: HispanTv
Es increíble que los países donde surgió la religión y donde deberían de dar el ejemplo de amor entre unos y otros hoy estemos viendo semejantes crímenes, prestándose a los invasores del mundo para seguir dominando sin importarles la vida del ser humano tal y como lo hacen los narcotraficantes por mantener el dominio de sus territorio.