Roque Dalton nació en San Salvador el 14 de mayo de 1935. Vivió intensamente, haciendo de la poesía su voz, un arma para reivindicar almas y conciencias. En ella latió con fuerza de gigantes su convicción de hombre revolucionario y comprometido con su tiempo.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano lo recuerda de la siguiente forma: «Poeta hondo y jodón, Roque prefería tomarse el pelo a tomarse en serio, y así se salvó de la grandilocuencia y de la solemnidad y de otras enfermedades que gravemente aquejan a la poesía política latinoamericana».
El 10 de mayo de 1975 sus compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), con quienes había tenido discrepancias, decidieron asesinarlo. Hoy se cumplen 47 años del asesinato.
De acuerdo con el sitio web El Salvador.com los asesinos de Roque Dalton son confesos, pero a más de cuatro décadas del crimen aún no responden por sus delitos.
En el marco del 47 aniversario del asesinato del poeta más internacional de El Salvador, la justicia salvadoreña todavía adeuda a la familia del autor el esclarecimiento de este asesinato perpetrado por miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), el 10 de mayo de 1975.
Tanto Joaquín Villalobos como Jorge Alberto Meléndez —exdirector de Protección Civil— ambos excomandantes del ERP, han aceptado en diferentes ocasiones estar involucrados en la muerte de Dalton.
Villalobos incluso aseguró que la muerte del poeta fue el error más grande de su vida, en entrevista para el periódico mexicano Excélsior, que fue realizada por uno de los hijos del literato revolucionario, Juan José Dalton.
Pese a ello y a la existencia de varios testigos dispuestos a brindar su testimonio, el crimen sigue impune y los responsables libres. Muy por el contrario, en 2012, las autoridades salvadoreñas que conocieron el caso (Fiscalía, Juzgado 9o. de Paz de San Salvador y Cámara 3a de lo Penal de la Primera Sección del Centro) decidieron suspender la investigación solicitada por sus hijos el 14 de mayo de 2010, alegando que el delito había prescrito (el tiempo estipulado para perseguir un delito terminó).
Sin embargo, los delitos imputados a los exmiembros del ERP —privación de libertad, tortura física y psicológica, desaparición— son considerados de lesa humanidad y por lo tanto no prescriben, como explica el abogado de la familia Dalton, Pedro Martínez.
Ante el cierre del caso en 2012, la familia interpuso un amparo ante la Corte Suprema de Justicia para reabrirlo el 31 de mayo de 2018, fundamentando su solicitud en el derecho a saber qué ocurrió en verdad, quiénes son los responsables y dónde están los restos del poeta.
El recurso fue admitido por la Sala de lo Constitucional y antes de que comenzara la emergencia mundial por la pandemia, la familia presentó prueba documental y las identidades de varios testigos dispuestos a declarar. “Esperamos que admitan la prueba documental y se señale fecha para que los testigos ofrecidos declaren”, indicó Martínez.
Para el exdirector del IDHUCA, quien por más de cinco décadas ha luchado por la defensa de los derechos humanos en el país, Benjamín Cuéllar, si tras la emergencia por coronavirus la Sala admite la prueba ofrecida por los ofendidos y el caso continúa a favor de la familia, este caso se transformaría en ejemplarizante.
“Nos puede ayudar a abrir la brecha de la impunidad en El Salvador”, expresó el abogado, al respecto de un sinnúmero de casos de violación a los derechos humanos en espera de justicia.
Juan José Dalton y su familia no piensan darse por vencidos. Aún tienen la esperanza de saber qué pasó con su padre, quiénes están involucrados con su desaparición y dónde están sus restos.
Mientras tanto, El Salvador y el mundo siguen recordando y homenajeando al gran Roque Dalton.
Fuebte: Granma
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