Ernest Benjamin Linder, un voluntario de EEUU, que trabajaba en un proyecto de electrificación. El 28 de abril de 1987, Linder y dos nicaragüenses murieron durante una emboscada de la contra mientras trabajaban en la obra en el norte del país.
Una autopsia mostró que Linder había sido herido por una granada y luego recibió un disparo en la cara a quemarropa. Los dos nicaragüenses, Sergio Hernández y Pablo Rosales también fueron asesinados a quemarropa.
Linder era procedente de California, Estados Unidos y asistió a la Universidad de Washington graduándose de Ingeniero Mecánico. Una afición de Linder en la Universidad era subir en su monociclo y hacer malabares de altura. Después de graduarse e inspirado por la Revolución Popular Sandinista se trasladó a Managua donde apoyó los esfuerzos para mejorar las vidas de las personas más pobres del país.
En el año 1986 se trasladó al Cuá donde construyó una pequeña planta hidroeléctrica para llevar electricidad a ese poblado. Lo asesinaron cuando elaboraba los estudios para construir otra pequeña planta hidroeléctrica en San José de Bocay.
Linder era un personaje popular. Participó en las campañas de salud y utilizaba sus habilidades como payaso y malabarismo en su monociclo (que había comprado y trajo desde los EEUU) para entretener a niños y adultos.
Durante el funeral de Linder, su madre Elisabeth manifestó que su hijo había sido brutalmente asesinado por llevar electricidad a unas pocas personas pobres en el norte de Nicaragua.
Elisabeth citó las palabras que le dijo Ben durante su primer año en Nicaragua:
«Es una sensación maravillosa el trabajar en un país en donde la primera preocupación del gobierno es por su gente, por toda su gente».
El ejemplo del internacionalista Bel Linder ilumina nuestros pasos. Después de 33 años, el interés del Gobierno, de nuestra organización y cada militante sigue siendo el mismo: el bienestar del pueblo…
Honor y Gloria a nuestros héroes y mártires.
También, te puede interesar:
El joven Ernesto Guevara: Su lucha contra todas las “pandemias”
Fidel: Lenin es de esos casos humanos realmente excepcionales
Nicaragua: Discurso del presidente, Comandante Daniel Ortega