Compartimos con nuestros lectores un artículo de Katiusha Nicaragüense, titulado «El eurocentrismo, la baja autoestima cultural y el COVID19». A continuación se presenta el texto:
¡¡Esto nunca lo habíamos vivido!!
Esta es la expresión más clara de la baja autoestima cultural que los países tercermundista estamos experimentando, una epidemia que adquirimos allá por 1492 cuando un aventurero Italiano financiado por los Reyes católicos de España, se topó con nosotros.
Eurocentrismo, es la tendencia a creer, sentir y actuar como si Europa fuera el inicio, el centro y final de una cultura única global.
Los países que vivimos la invasión española y europea en general, que fuimos sometidos a un proceso de aniquilamiento de nuestra cultura originaria, empezamos a ver el mundo con el lente de nuestras metrópolis; cosa que gracias a la lucha de algunos/as, por la recuperación de nuestra identidad cultural, hemos disminuido.
No obstante, reaprender cuesta la vida. Nunca mejor dicho.
Los países tercermundista somos reconocidos por ser naciones empobrecidas, con desarrollos lentos, frecuentemente atacadas por enfermedades que funcionan como círculo vicioso. La pobreza provoca desnutrición, la desnutrición crea vulnerabilidad ante las enfermedades que aveces aparecen por el lugar geográfico en el que vivimos y ante los altos niveles de pobreza llegan a convertirse en epidemias y muertes.
Por cientos de años, desde el primer encuentro con el viejo continente nuestra población autóctona fue diezmada por el choque bacteriológico y todas las vidas que no exterminó la conquista, las eliminó la peste y la miseria a la que fuimos sometidos. Desde entonces, por las condiciones sociales, económicas y geográficas, América se ve constantemente embestida por diversas epidemias que han cobrado muchos miles de vidas.
En América y principalmente Centro América, el Caribe y México, enfrentamos recientemente el H1N1, el Zika, el Chiconguña y uno de los virus más generalizados y peligrosos: el dengue.
Muertes tras muertes, plaga tras plaga. Países más golpeados en sus economías, pero, las bolsas de valores europeas siguieron en pie, los bancos europeos no se sintieron atemorizados, la vida en general de la población europea siguió su curso normal y nadie, absolutamente nadie en Europa, lleva el conteo de nuestros enfermos, ni de nuestros muertos. Nadie en Europa cierra fronteras atemorizado porque en Nicaragua, Bolivia o Haití estén apuntándose positivos para dengue o cualquier otra enfermedad de esas epidemiológicas. El eurocentrismo no lo permite.
Contrario sensu, el eurocentrismo hace que un joven vendedor ambulante de parabrisas se angustie por que ya en Alemania cerraron las fronteras o que los supermercados donde la clase media acostumbra hacer sus compras se empiecen a vender los bolsones al por mayor de papel higiénico porque vieron en las redes sociales que en España se desabasteció de este producto. Y gente que hay que tener que darle seguimiento para que aplique el plan calache y que la Juventud Sandinista ha tenido que limpiar su casa para evitar creaderos de mosquito esté preocupado porque se acabó el alcohol gel, si, el alcohol gel!!!
Estamos todos locos con este nuevo Coronavirus, Covid19? No, solo estamos sufriendo de un síntoma terrible de baja autoestima cultural.
Frente al Covid19 toca tomar medidas, acatar los protocolos establecidos proporcionalmente, mantener la calma y la cordura concientes de que somos vencedores de una y mil batallas, mantener encendida la llama de la solidaridad para que por culpa de unas cuantas personas no resulten perjudicadas muchas más, en nada.
Nos corresponde hacer lo que siempre hacemos ante amenazas de grandes magnitudes, ser activos, consecuentes, valientes, serenos y colaboradores.
Europa, está sufriendo, eso también es verdad. Muchos compañeros y compañeras de la solidaridad con nuestro país están siendo víctimas de este virus tan violento. Millones de trabajadores están siendo dobles víctimas porque están sufriendo del ataque del virus y de las embestidas del capitalismo, ese capitalismo que paga millones de euros a furbolistas y receta enormes y sostenidos recortes a la seguridad social y a la sanidad pública. Así, enfrentados a una cruel realidad el personal médico está en toda Europa luchando y arriesgando su vida para superar esta pandemia salvaje.
Nuestra solidaridad, nuestro respeto y aprecio, nunca deben faltar. A nosotros nos tocará lidiar también con nuestra realidad en la medida que se vaya presentando y cambiando. Estamos tomando medidas, estamos siendo reconocidos por ello ante organismos especializados en el tema de salud y todo lo iremos haciendo proporcional al daño.
Que no se pierda la confianza en nosotros y nosotras mismas, que eso nos garantizará la victoria, porque una vez más estoy segura que VENCEREMOS!
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En realidad nuestra tierra ha sido afectado por muchas cosas y gracias a Dios se ha levantado y siempre adelante… tenemos la convicción de que también de esta saldremos victoriosos y cada vez más fuertes…..