Historia del conflicto Israel - Palestina y el acuerdo del siglo para la "Paz"

Los inicios del conflicto entre Israel y Palestina se remontan al período colonial y al surgimiento de los movimientos nacionalistas en Europa y en Oriente Medio. Desde finales del siglo XIX, en las provincias árabes del Imperio otomano se fueron desarrollando movimientos nacionalistas que reivindicaban la autodeterminación de la población autóctona haciendo valer su identidad árabe. Asimismo, en Europa, al calor de la ola de nacionalismos, se articuló un movimiento singular, el sionismo, que propugnaba la creación de una entidad estatal para los judíos dispersos por el mundo[1].

El sionismo vio en Palestina, tierra donde se fundó el judaísmo, el lugar ideal para realizar su proyecto nacional. Desde principios de siglo, este movimiento propició la instalación de judíos europeos en ese territorio todavía bajo administración otomana. Esta inmigración tomó envergadura bajo el Mandato Británico entre 1920 y 1948 (el sistema de mandatos fue establecido por la Sociedad de Naciones en las colonias de las potencias derrotadas en la Primera Guerra Mundial; debía prepararlas para la independencia).

En mayo de 1948, la comunidad judía declaró unilateralmente la creación del Estado de Israel, acto que desencadenó la intervención militar de los Estados árabes vecinos en apoyo a los palestinos. A raíz de esta primera guerra árabe-israelí, el Estado judío no sólo resistió la intervención árabe, sino que provocó la salida de gran parte de la población palestina que quedaba en su territorio y amplió la superficie de su territorio más allá de lo previsto en el plan de partición.

Evolución del Estado de Israel

Antes de 1946: Después de la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones creó el Mandato Británico de Palestina, hasta 1948, fecha en que la ONU acordó el reparto en un Estado Judío y un área para árabes.
Plan de la ONU 1947: Luego de años de conflicto se hace un plan de separación aprobado por las potencias mundiales sin consultar al pueblo palestino, Jerusalén fue declarada zona internacional.
1949 – 1967: Palestina se convirtió en territorio ocupado, sólo quedó 22% de la superficie histórica, donde la OLP, en ese entonces la única representante legítima, pretendía construir el futuro estado de Palestina.
2000: Se creó la autoridad Nacional Palestina (1994), designada para controlar tanto la seguridad como la administración civil en las áreas urbanas de los territorios y la administración civil en las áreas rurales.

Cisjordania y la Franja de Gaza

Desde 1967, Cisjordania y la Franja de Gaza han estado bajo ocupación militar israelí. Este régimen ha supuesto el estado de excepción permanente (autoridades y legislación militar), la persecución de los nacionalistas palestinos, la apropiación de sus recursos naturales (tierra y agua), la gradual expropiación de tierras para la instalación de colonos (en 1997 hay más de 150.000 colonos en los territorios ocupados y otros 170.000 en Jerusalén Este) y bases militares, la progresiva judaización de la parte oriental de Jerusalén (donde se pretende que la población árabe deje de ser mayoritaria), y, en fin, la total subordinación de la economía palestina a la israelí.

El “acuerdo del siglo”

El pasado 28 de enero de 2020, el mandatario estadounidense Donald Trump, reveló su controvertido “acuerdo del siglo” en compañía del primer ministro israelí y con la ausencia absoluta de la contraparte palestina: un plan de 80 páginas que, según alega Washington, tiene como objetivo resolver el conflicto palestino-israelí, pero en realidad pretende liquidar la causa palestina, pues ignora todos los derechos de los palestinos.

La iniciativa propone dos Estados y que Jerusalén pase a manos israelíes. A los palestinos se les promete un Estado independiente en un plazo de cuatro años, siempre y cuando desarmen a grupos militantes como Hamás y la Yihad Islámica. También les garantiza 50.000 millones de dólares y ayuda constante al presidente palestino Mahmud Abás[2]..

En pocas palabras, el “acuerdo del siglo” significa:

“Si Palestina se portan bien, acatan el documento, abandonan la resistencia y no molestan más con sus demandas, el generoso inquilino de la Oficina Oval les oferta una generosa remesa millonaria para que se las arreglen como puedan y dejen tranquilo a Netanyahu y los que vengan detrás. Sin dudas, una insultante y desvergonzada propuesta que desde ya ha recibido el repudio absoluto de los palestinos y las autoridades que los representan.”

Reacción del Pueblo Palestino

Durante más de medio siglo de ocupación, Israel ha impuesto un sistema de discriminación institucionalizada contra los palestinos, negándoles derechos básicos y este plan de Washington aprueba “estas políticas brutales e ilegales”.

La reacción del Pueblo Palestino fue un completo rechazo a dicho plan, mientras que Israel lo recibió con los brazos abiertos. El portavoz de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudeineh mencionó[3]:

«Los rumores y las filtraciones sobre el acuerdo del siglo, así como los intentos continuos por encontrar partes regionales e internacionales que cooperen con este plan, son intentos fallidos que llegarán a un callejón sin salida».

Además, también declaró:

«Cualquier plan de paz que no incluya un estado palestino independiente, con toda Jerusalén Oriental como su capital, en las fronteras de 1967, está destinado a fracasar».

Miles de personas protestaron en la Franja de Gaza contra este acuerdo propuesto por el presidente de Estados Unidos. Los manifestantes quemaron banderas israelíes y estadounidenses, además de un muñeco con la figura de Trump mientras coreaban “Abajo Israel y abajo EE.UU.”[4]. Las israelíes utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos contra las manifestaciones, lo que provocó decenas de palestinos heridos.[5]