El país más pequeño y más pobre de América Latina es también el más castigado, primero por la colonización europea, luego por sus propios gobernantes y por la misma naturaleza por encontrarse en una zona de numerosos huracanes, pero sobre todo por ser negra su población… a pesar de que Haití fue el primer país de América Latina a independizarse y luego a suprimir la esclavitud.
Los conquistadores españoles, después de varios meses de viaje desde España, se toparon con esta isla desconocida, que llamarón ‘La Española’. La dominación fue tan destructora que aniquilaron a todos sus habitantes indígenas, sustituyéndolos pronto por esclavos negros. Luego de 2 siglos de colonización los españoles compartieron la isla con los franceses cuya parte pasó a llamarse Haití y la otra, 2 veces más grande, República Dominicana. Haití tiene una superficie de 27,750 km2, mayor la provincia del Guayas (18,139), pero con una densa población de 20 millones de habitantes y un promedio de 300 habitantes por km2.
Después de la independencia, Francia nunca dejó de imponer gobiernos que le fueran favorables, incluso apoyando dictadores sanguinarios. Estados Unidos invadió la isla durante 19 años a partir de 1915, mientras Francia estaba en guerra con Alemania (primera guerra mundial). Luego de las últimas dictaduras, se puso en vano muchas esperanza en Bertrand Aristide (1991) que fue derrocado y después restituido (1994). Vino luego la invasión de los ‘Cascos Azules’ enviados por la ONU (Organización de las Naciones Unidas), dizque para pacificar la isla. Se quedaron 13 año hasta 2017 haciendo más mal que bien.
Hace 10 años, exactamente el 13 de enero de 2010, un fuerte terremoto destruyó la capital, causando 316,000 muertos y otro tanto de heridos. Millón y medio de personas perdieron sus casas y vivieron años bajo carpas porque la ayuda internacional o se perdió o nunca llegó. El año pasado un levantamiento popular sacudió toda la isla, menos el gobierno apoyado por Estados Unidos y la oligarquía nacional. Esto trajo muertos, heridos, presos y más pobreza… -uno se pregunta ‘¿hasta cuándo?’- a pesar de la unión de muchas organizaciones populares tanto del campo como de la ciudad, a pesar de las esperanzas de sus líderes que proclamaban: “¡Estamos retomando la lucha de los héroes de la independencia!”
Parafraseando una oración haitiana, lamentamos… “Haití, tierra afro-caribeña, cuyos hijos son parientes del mismo Sol y de la misma Luna, fuentes y luces del Dios creador, en tus fronteras luchan por su dignidad dos pueblos empobrecidos, buscando y perdiendo la vida. Piden a Dios que suscite líderes que los guíen hacia días mejores, apoyados por los países hermanos de América Latina”.
Mirando a Haití nos duele el sueño de una Patria Grande donde los más pobres puedan caminar hacia la paz mediante el compartir solidario. “¡Queremos un poco más de vida, sólo un poco de vida!”.
Por: Pedro Pierre