Compartimos con nuestros lectores un artículo escrito por Germán Van de Velde, titulado. «América Latina: El neoliberalismo se hunde mientras la Revolución se engrandece». A continuación se presenta el texto original:
La historia de los países de América Latina está llena de acontecimientos que marcaron el rumbo de cada uno de los pueblos que la conforman. En Sudamérica encontramos al General Bolívar, el General San Martín, en Panamá a Victoriano Lorenzo, en Nicaragua al General Augusto C. Sandino, en Cuba hallamos a José Martí y Antonio Maceo, entre tantos otros.
La actualidad de Nuestra América no es diferente en estos momentos. En aquel entonces, América luchaba por la independencia contra los colonizadores y contra los enemigos de la Patria que vendían la soberanía al yanqui invasor. Hoy en día, la realidad de nuestros pueblos sigue siendo la misma. En todos los casos, se desarrolla una “lucha de clases” (si bien es un concepto mucho más amplio) entre la burguesía y el obrero-campesino y a macro-escala entre el imperialismo y los pueblos de Nuestra América, luchando por su soberanía, autodeterminación y segunda independencia real y definitiva.
En estos momentos, Nuestra América se encuentra dividida en pueblos con gobiernos progresistas y pueblos con gobiernos neoliberales. Desde un punto de vista geopolítico, la constante tensión que existe en nuestro Continente es claramente porque el Gobierno de Estados Unidos sigue considerando a cada uno de nuestros pueblos como patio trasero de su casa. Es decir, el gobierno gringo requiere apoderarse del control de los pueblos de América Latina para hacer uso de sus recursos naturales y para estar bien posicionado, desde un punto de vista estratégico, frente la guerra económica que tiene con otras potencias como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS).
Entonces, el tablero geopolítico de América Latina pone por un lado a países que están más avanzados en la liberación del yugo imperialista (Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, México), mientras otros, a través de sus gobernantes títeres, siguen arrodillados a las directrices que envía el gobierno de los Estados Unidos (Brasil, Argentina, Ecuador, Perú, Colombia, Paraguay, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Guatemala).
El Comandante Fidel Castro describió el neoliberalismo como “…la doctrina del saqueo total de nuestros pueblos; el neoliberalismo no nos promete nada porque, incluso, en los países desarrollados y superdesarrollados, el neoliberalismo no ha resuelto nada y están cambiando gobiernos porque no han podido resolver, ni siquiera, el problema del desempleo”.
Para llevar a cabo estos planes macabros de saqueo y explotación de nuestros Pueblos, el gringo utiliza la Doctrina Monroe con la implantación de gobiernos títeres neoliberales y mediante la utilización de organismos multilaterales financieros a nivel mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Al respecto, el Comandante Fidel Castro mencionó:
“Para el Tercer Mundo es de vital importancia hacer desaparecer esta siniestra institución (FMI) y la filosofía que representa, y sustituirla por un órgano regulador de las finanzas internacionales que funcione sobre bases democráticas y sin poder de veto para nadie, que no sea un defensor exclusivo de los acreedores ricos, que no imponga condicionalidades injerencistas y permita regular los mercados financieros para frenar la especulación desbordada”.[1]
Además de eso, el gobierno de los Estados Unidos concentra sus esfuerzos en atacar a países con gobiernos progresistas mediante bloqueos económicos, guerras psicológicas e intentos de golpe de estado mediante “golpe suave”, “golpes institucionales” y “guerra jurídica”. En pocas palabras, tal y como ha sido a lo largo de la historia, los gringos quieren eliminar el pensamiento progresista que se desarrolla en la Revolución Sandinista, Cubana, Bolivariana, Boliviana y Mexicana. Según el pensamiento del gobierno gringo, las medidas adoptadas por estos pueblos pueden ser mal ejemplo para el resto de los países de la región.
A pesar de todas las trabas que pone el cínicamente auto-proclamado “mayor defensor de los derechos humanos” a países con pensamiento progresista, las Revoluciones y el Poder Ciudadano demuestran un alto poder moral y una autodeterminación que la hace engrandecerse cada día. Como resultado, en estos países se encuentran avances en salud, educación, vivienda digna, disminución de la pobreza, entre otros indicadores.
En cambio, los países con gobiernos neoliberales, con injerencia notable del yanqui invasor, utilizan una fórmula de explotación y opresión del pueblo trabajador, lo cual hace que se sigan desarrollando “Insurrecciones Populares” en contra de las medidas económicas neoliberales adoptadas que estrangulan al pueblo, generando más desempleo, mayor pobreza, mayor analfabetismo, mayor desigualdad social.
«Ahora, si esta lucha continúa, si las masas toman conciencia, si cada ciudadano de nuestros países entiende el problema, las posibilidades de influir y crear condiciones favorables se incrementan; un gobierno solo no puede librar esta lucha, entonces pudiera influirse en la idea de que se reúnan, que adopten una política y se adopte previamente una decisión firme y correcta.»[2]
Ante esta situación, la Unión Latinoamericana se fortalece con la presencia de nuevos líderes progresistas sumados a los ya existentes en la región. Por ejemplo, Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Alberto y Cristina Fernández en Argentina y ahora con la posibilidad de un nuevo llamado a elecciones en Ecuador, con la presencia cada vez mayor de Rafael Correa.
“Se auguran cambios en América Latina… ya se sienten los tambores de libertad e independencia definitiva para Nuestra América.”
“La Patria Grande ya no es sólo un ideal de nuestros libertadores, es una necesidad de supervivencia, un escudo contra la explotación, contra el neocolonialismo” (Rafael Correa).
#SiNicaraguaVencióEcuadorVencerá
#AlaUnidadyelAmor
#PatriaLibreoMorir
Referencias:
[1] Intervención del presidente del consejo de estado y de ministros de la República de Cuba, Fidel Castro Ruz, en la sesión inaugural de la cumbre sur, La Habana, 12 de abril del 2000.
[2] Discurso de clausura del encuentro sobre la deuda externa de América Latina y el Caribe, La Habana, 3 de agosto de 1985
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