Compartimos con todas y todos un manifiesto escrito por el General Sandino en Febrero de 1930, dirigido a los obreros y campesinos de Nicaragua y de América Latina. «El General Sandino llama a la lucha revolucionaria contra el imperialismo yanqui«. A continuación se presenta el texto, tal y como se encontró:
Compañeros:
La clase trabajadora de toda la América Latina sufre hoy la doble explotación: la del imperialismo, principalmente yanqui, y de las burguesías nativas o sea los capitalistas nacionales explotadores, quienes en sus afanes por ganarse los favores del insaciable invasor diariamente intensifican mas y mas la destrucción del movimiento revolucionario, las persecuciones de sus dirigentes, los encarcelamientos y los destierros.
En esta criminal labor, el imperialismo no solo cuenta con el apoyo de las dictaduras latino americanas, sinó con un agente todavía más aprobioso; los organismos y «líderes» sindicales, comprados con migajones ensopados con la sangre de los pueblos coloniales, los que intentan apoderarse del movimiento sindical para infestarlo con sus microbios colaboracionistas desviándolo del camino de la lucha revolucionaria, único medio eficaz de combate contra el Imperialismo y sus lacayos continentales.
Además de estos enemigos de la clase trabajadora existen los charlatanes nacionalistas de izquierda, que a guisa de gestos y fraseología demagógica, retardan la cristalización de un verdadero movimiento antiimperialista basado en los explotados obreros y campesinos de América.
En la América Latina el imperialismo habilmente se ha valido del PANAMERICANISMO para enmascarar su penetración y le tocó a los heróicos soldados que conmigo defienden la soberanía de Nicaragua desenmascarar esta macabra farsa. Los últimos Congresos de las organizaciones Pan Americanas: la Confederación Obrera Pan Americana y la Unión Pan Americana. Celebró la primera su X Congreso en Wáshington en Julio de 1927 y durante sus sesiones se efetuó la más cobarde y criminal matanza de obreros y campesinos nicaragüenses, muertos por los aviones yanquis. Este congreso inclusive los falsos representantes de los obreros nicaragüenses no tuvieron valor de llamar a los matones marinos por su propio nombre, aceptando la fórmula de «fuerzas extranjeras» impuesta por el Imperialista Mathew Will Vice Presidente de la Confederación Obrera Pan Americana y su madre la Federación Americana del Trabajo. La única resolución pidiendo el perentorio retiro de los marinos de donde quiera que se encontraran, la libertad de Puerto Rico, de las Filipinas y demás formas de dominación del Imperialismo yanqui en la América Latina, sólo recibió dicha resolución el voto de su autor, recibiendo éste la sensura del Congreso, solidarizándose la delegación nicaragüense con el monroismo sindical ratificado por Green.
La segunda, la Unión Pan Americana, celebró su último Congreso en la Habana en Enero de 1928. Cuando el presidente Coolidge lanzaba frases de unión, de confraternidad pan-americana, sus soldados violaban mujeres nicaragüenses, sus aviones incendiaban pueblos y asesinaban indefensos hombres, mujeres y niños. En este Congreso estuvieron presentes todos los dictadores, semi-dictadores y futuros dictadores del Continente. Como en el Congreso de sus agentes sindicales, el de la Confederación Obrera Pan Americana, anteriormente celebrado, no se pasó de un pusilánime pronunciamiento contra las «INTERVENCIONES». La palabra NICARAGUA no fue pronunciada por todos estos cómplices de los crímenes que contra ella se cometen.
Ante todas estas traiciones y atropellos la respuesta del proletariado de la América Latina ha sido: ORGANIZACIÓN. En los dos últimos años han sido creados organizaciones sindicales revolucionarias en Brasil, Uruguay, México, Honduras, Panamá y otros países, las que celebraron Magno Congreso en el que fué creada la CONFEDERACIÓN SINDICAL LATINO AMERICANA, uno de los pilares en que deberán apoyarse las luchas antiimperialistas futuras.
En el Congreso, entre los muy pocos países que no estuvieron representados, figuran Nicaragua, Santo Domingo, Haití, Puerto Rico, países éstos de los que más han hecho sangrar el Imperialismo invasor. Esto es un accidente, la razón lo expresa lo ante dicho, o sea que cada uno de estos países la ponzoña de la Confederación Obrera Pan Americana, por un período que espearmos en nombre de las luchas del pueblo nicaragüense haya terminado, fue castrado el movimiento sindical de su base fundamental que es la irreconciliabilidad de los intereses de los explotadores agentes del imperialismo y de los explotados, única garantía del triunfo de nuestra causa.
Compañeros:
Nuestra salida del territorio nicaragüense no ha sido una tregua en nuestra lucha contra nuestro común enemigo del Imperialismo Yanqui sino la prolongación de esa lucha en el sentido de la consecución de nuevos contingentes que llevar a ella, como esperamos sea el de la Confederación Sindical Latino Americana.
Hasta el presente nuestro Ejército reconoce el apoyo que los sinceros revolucionarios le han prestado en su ardua lucha; pero con la agudización de la lucha, con la creciente presión por parte de los banqueros yanquis, los vacilantes, los tímidos, por el carácter que toma la lucha, nos abandonan, porque solo los obreros y campesinos irán hasta el fin, solo su fuerza organizada logrará el triunfo.
Compañeros Nicaragüenses y todos aquellos que todavía se encuentran desorganizados y fuera de la Confederación Sindical Latino Americana, en nombre de los heróicos soldados del Ejército Defensor de la Soberanía de Nicaragua, os gritamos: ORGANIZAOS, vuestro puesto está en las filas de la Confederación Sindical Latino Americana, única organización sindical defensora de los intereses de la clase trabajadora.
¡Abajo el imperialismo y sus lacayos: todos los gobiernos de América Latina, abajo la Confederación Obrera Pan Americana, agentes del imperialismo yanqui en el campo sindical!
Viva el movimiento revolucionario! ¡Viva la Confederación Sindical Latino Americana!
H. Veracruz, Ver., Febrero de 1930.
Firmada: AUGUSTO C. SANDINO
(Ambas hojas de la carta llevan el sello del Ejército y la firma).
Referencias:
«El Trabajador Latino Americano». Revista de Información Sindical. Órgano oficial de la Confederación Sindical Latino Americana, Montevideo, Uruguay. Año II, N° 31, Mayo 1939. pp. 18 – 19
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