Compartimos con todas y todos un artículo de análisis escrito por el Profesor Manuel Espinoza, titulado: «La Mano de Washington en Hong-Kong ya pasó por Nicaragua». A continuación se muestra el texto:
Yuri Ivanovich Drozdov es un icono en la historia del Servicio de Inteligencia Soviética. Este fue el último jefe de la inteligencia ilegal de la KGB en la URSS. La Dirección que él dirigía era «lo más secreto dentro lo secreto» en todo el servicio.
En unos de sus últimos libros en el 2009, Yuri Ivanovich, alerta y describe sobre el énfasis de los servicios de inteligencia en la conducción de operaciones de geopolítica en el marco de las guerras políticas de este siglo. Aquí explica que cada pedazo de territorio de cada País puede ser cercenado en instantes causando serios daños económicos.
Para muchos, el análisis sobre Kosovo, Serbia, Bosnia–Herzegovina, Montenegro, Iraq, Libia, Siria, Ucrania, Abjasia, Osetia del Sur, la Península de Crimea, Venezuela, Nicaragua y hasta hoy día Hong-Kong no pueden ser parte de una misma estrategia y forma de guerra de los EE. UU y sus aliados. Los estudiosos defensores del poderío y orden occidental aseguran que son procesos y fenómenos contemporáneos donde la sociedad civil demostró convertirse en uno de los actores principales del Estado.
Pero en realidad, la única diferencia entre todos estos casos mencionados es donde se logró el objetivo desestabilizador y dónde no.
Sin embargo, cuando se compara la implementación de las famosas Revoluciones de Color o las de la Primavera Árabe, podemos ver, que lo que pasa en Venezuela y en Nicaragua es igual a lo que está sucediendo en Hong-Kong. Este fenómeno ya sucedió desde la disolución de la antigua Yugoslavia tras la caída del Socialismo.
De ahí que Leonid Shebarshin, el último jefe de la inteligencia soviética, establecía en su libro “La mano de Moscú” (1994) que las operaciones de la inteligencia norteamericana se caracterizaron por tener suficientes recursos para su financiamiento, su concepción a largo plazo y su globalidad.
Es decir, para entender los objetivos es necesario comprender los métodos, sobre todo, aquellos que le facilitaran la libertad de acción en el ejercicio de la política exterior en la búsqueda del cambio de régimen contra un gobierno seleccionado. Y como bien se dice: “La práctica hace al maestro” y en materia de desestabilización política, los EE.UU no tienen rivales.
Una de las herramientas más recientes y útiles para eludir lo legal y las cuestiones éticas de cambio de régimen es la famosa noción de “Responsability to Protect” (R2P) (Responsabilidad de proteger).
O sea, esta es la razón que le permite a los EE: UU intervenir en las situaciones de crisis de cualquier nación. Basta con haber creado bien la imagen progresiva de los factores que motivaron la crisis para que la Intervención humanitaria sea necesaria.
Lógicamente, antes de realizar la acción de protección hubo una preparación de fuerzas a lo interno del estado a atacar, así como una campaña de desacreditación que permanentemente ocupan los tres campos principales de la guerra política: el físico, el de la información y el cognitivo.
Simplemente se alimentó el campo cognitivo con todo tipo de desinformación y contra propaganda prolongada en contra del régimen que se quiere desestabilizar, la cual proviene del campo informativo, a tal punto de lograr en la población el permiso de la injerencia política y la intervención militar en el campo físico.
El objetivo principal es obtener superioridad dentro del campo de información sobre el adversario. Las mentes de los participantes se encuentran en el campo cognitivo, que es donde las percepciones, la conciencia, la comprensión y creencias reside, lo cual que facilitan la toma decisiones y preferencias.
Este es el dominio en el que las batallas físicas se ganan o pierden entre los “supuestos buenos” y los “supuestos malos”. Aquí es donde se alcanzan romper los lazos entre la élite y las masas de un país objetivo. También, aquí es donde se logra interrumpir la cohesión de la élite del país para comprometer la capacidad de toma de decisiones y la capacidad del objetivo para responder de manera efectiva.
Todo lo descrito anteriormente es la base de la “Guerra Política” y ha sucedido en Venezuela, Nicaragua y también en Hong-Kong. Los medios de comunicación actuaron como «ingeniero de opinión pública y de percepción», es decir, actuaron como instrumentos de guerra.
Tal y como lo establece Edmund Burke, los medios de comunicación actúan como cámara de resonancia de la agenda liberal global a través de un deseo mesiánico para difundir la «democracia» en el campo físico global. De tal manera que, cuando la desinformación es la subversión intangible, esta se torna tangible en una forma bien coordinada y calculada que busca ganar poder político mediante el uso de la coerción y fuerza que se aplica en el lugar y el punto correcto (campo físico) en el tiempo.
Bajo esta dinámica podemos comprender lo que sucede en Hong-Kong, donde los EEUU y su aliado natural Inglaterra minaron el modelo “Un País y dos Sistemas» que representa la integración de China con Hong-Kong desde 1997. Para nadie es desconocido que China y los EEUU se encuentran en una seria disputa comercial de implicaciones globales, que junto a otros procesos están modificando el orden internacional donde la supremacía norteamericana está en serio decline.
Las manifestaciones, un tanto masiva, de jóvenes que iniciaron su protesta por una ley de extradición que fue revocada, tal y como pasó con las ley de reformas al INSS en Nicaragua en el 2018, no fue suficiente. Los jóvenes que protestaron no se desmovilizaron, al contrario, continuaron las marchas agresivas y vandálicas y en estos momentos piden la dimisión del primer ministro en Hong Kong
¿Qué coincidencia no? La situación (mejor dicho, la construcción) de crisis se convirtió en un punto de confrontación entre China y EEUU. En estos momentos, China ya denunció que un empleado del Consulado General de los Estados Unidos en Hong Kong se reunió con algunos de los líderes de la protesta.
En base a esto, el presidente Trump escribió sobre esto en su cuenta de twitter
“Hong Kong es una parte muy importante de China. Este es el centro económico y financiero no solo del Reino Medio, sino también de toda Asia, incluso del mundo entero. Según algunos informes, hay billones de dólares en compañías offshore. El 60-70% de todas las inversiones desde y hacia la RPC pasan por Hong Kong”.
Desde luego que China entiende lo que puede hacer su adversario principal con las finanzas y activos, al igual como lo aplicaron en Libia, Siria y en Venezuela.
Lo más positivo de todo esto es vislumbrar nuevas páginas en la construcción de un diálogo entre las partes. Sin embargo, debido a los niveles de rivalidad que existen entre EEUU y China, existen tres elementos de interés:
- Los Estados Unidos están obligados a debilitar la creciente capacidad económica y comercial global de China y su mega proyecto de una sola faja y la ruta de la seda (donde ya participan 70 países).
- También, están obligados a bloquear la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura con un capital registrado de $ 100 mil millones (puestos por China)
- Por último, necesitan obstruir la relación económica, comercial y militar estratégica entre China y Rusia.
Prácticamente, el poder blando chino está representado por los tres elementos anteriores, así como también, por el rápido crecimiento económico que lo coloca como la segunda potencia global, justamente, hoy en día más atrayente que los estadounidense.
En la actualidad, Hong-Kong no es lo que solía ser antes, en comparación con una China apenas incursionara en el capitalismo de mercado. Hoy, Hong-Kong es todo lo contrario, China es la segunda potencia económica y Hong-Kong un componente bastante desalentador cuando se compara con ciudades chinas como Pekín, Shanghai, Cantón, Shenzhen o Hangzhou. Ya ni se digan los problemas de pobreza, de accesos al trabajo y educación de los hongkoneses.
Sin embargo, la lógica del trabajo de la inteligencia occidental sigue basándose, no solo en el reclutamiento u organización de la quinta columna en Hong-Kong, sino en su permanente financiamiento en función de su activación en el “timing” preciso. Esa misma juventud, que marcha junto a banderas del tiempo cuando eran colonia inglesa, demuestra el apoderamiento que ha logrado el campo informativo en su campo cognitivo
desde 1997, donde se hizo de corazón una solicitud de apoyo a los EE.UU e Inglaterra a su lucha en el campo físico.
En este contexto, la disuasión hacia China no solo es a nivel de sanciones e incremento de aranceles o la demostración de poder separar a Hong-Kong de China, proporcionándole un serio golpe a su capacidad económica global, sino que la intención de EEUU es construir un arsenal de misiles nucleares en Asia y el Pacífico, así como también, construir posibles escenarios de conflictos armados en el Mar del Sur de China y en el Estrecho de Taiwán.
Si bien es cierto que los EEUU han logrado generar una crisis en Hong-Kong con objetivos multi-nivel (que va desde la desestabilización política y económica, hasta el cercenamiento territorial), una crisis puede significar y representa diferentes cosas para los Estados en contención.
Una crisis en las relaciones con EEUU puede proporcionar la oportunidad de romper definitivamente el actual orden internacional. China es una potencia y el discurso de la “Responsability to Protect” (R2P) a la americana no le funcionará en un nuevo intento de una Revolución de Color como la de “los Paraguas” en Hong-Kong.
Hace ya varios años los servicios de inteligencia y contra-inteligencia china desmantelaron una primer intentona de ese tipo. El precio a pagar de un mayor involucramiento tipo R2P-USA o británico seria mucho esta vez. En todo caso la paciencia y sabiduría asiática y los objetivos y desafíos de China en esta coyuntura están a prueba. (…Continuará)
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