Compartimos con todos/as unescrito de Carlos Fonseca Terán, titulado «El Padre Uriel Moina, un Santo viviente». A continuación se detalla el texto original.
El Papa Francisco reintegró al Padre Uriel Molina a la Orden Franciscana y le restituyó su derecho a ejercer misa, luego de haber sido expulsado de la Orden y despojado de su ministerio eclesiástico por la jerarquía católica hace ya muchos años.
El Padre Uriel Molina (Orden A. C. Sandino y Presidente de la Comisión de la Verdad) no es una persona muy conocida dentro de Nicaragua y menos aún fuera, porque es alérgico a los reflectores y a la publicidad, pero es el verdadero pionero de la teología de la liberación en nuestro país, además de ser un hombre con una inteligencia prodigiosa y de una cultura enciclopédica, erudito en historia, literatura, filosofía, entre otras disciplinas del conocimiento.
En los años sesenta, setenta y ochenta, el Padre Uriel fue el principal organizador de las Comunidades Eclesiales de Base, orientador de las redes cristianas católicas campesinas de los Delegados de la Palabra y creador de comunidades cristianas integradas por jóvenes (algunos de ellos de clase media y alta) que se retiraban de su vida cotidiana para recibir seminarios impartidos por el Padre y vivir en comunión con los pobres, donde aprendieron a practicar y no sólo predicar el Evangelio. Ese fue el embrión del Movimiento Cristiano Revolucionario y de ahí surgieron varios destacados militantes y Comandantes Guerrilleros del FSLN.
El Padre Uriel Molina es el principal arquitecto del cristianismo revolucionario en Nicaragua, es una gloria nacional y un verdadero tesoro humano viviente al que todos los nicaragüenses y en especial nosotros los sandinistas, debemos conocer, apreciar y querer.
Tomado de: https://www.redvolucion.net
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